Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco ofreció el viernes una indulgencia a los católicos de todo el mundo en el día de Navidad, y expresó su esperanza de que difundan el mensaje de misericordia de la Iglesia en un mundo desgarrado por el mal, la guerra y la pobreza.

Desde el balcón central de la basílica de San Pedro del Vaticano, el pontífice dijo confiar en que la indulgencia inste a los fieles en este año, que declaró como Año Santo de la Misericordia, a adoptar "en la propia vida la misericordia de Dios, que Jesucristo nos ha dado, para ser misericordiosos con nuestros hermanos. Así haremos crecer la paz", dijo, según la traducción oficial al español difundida por el Vaticano.

El papa pidió en su plegaria que los procesos de paz auspiciados por Naciones Unidas para Siria y Libia pongan fin con rapidez al sufrimiento de sus pueblos, y elogió la generosidad de los países que han acogido a sus refugiados.

Francisco hizo una llamada a la paz en una plaza de San Pedro protegida por una fuerte seguridad en la soleada mañana del viernes, como ocurre desde los atentados del 13 de noviembre en París.

Francisco se refirió a los "atroces actos de terrorismo" que golpearon la capital francesa este año, así como a los conflictos en África, Oriente Medio y Ucrania.

"Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella", afirmó.