Londres.- El príncipe Carlos llega a la edad de la jubilación el 14 de noviembre, cuando cumplirá 65 años, pero aún a la espera de cumplir con el trabajo asignado, el de rey.

Carlos lleva más de 60 años preparándose para la función de jefe de Estado y es el heredero más anciano de la historia de la corona británica, marca que consiguió al tener 64 años, 10 meses y 5 días, la misma edad que Guillermo IV cuando accedió al trono en 1830.

Aunque el príncipe sigue esperando, Carlos tiene una presencia pública cada vez mayor en sustitución de su madre, la longeva Isabel II, y su cumpleaños lo celebrará en la India, donde hace una visita oficial antes de representar a la reina en la cumbre de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) en Sri Lanka.

Ese es considerado un evento significativo dada la importancia de la cumbre, a la que asistirán -del 15 al 17 de noviembre- los jefes de Gobierno de 54 países, y porque deja claro que Carlos tendrá que ocuparse de compromisos de Estado debido a la edad avanzada de Isabel II, de 87 años, pues la abdicación no está contemplada.

A diferencia de otras monarquías, como la holandesa, donde la abdicación es aceptada, en la del Reino Unido suena casi a mala palabra, después de que el rey Eduardo VIII renunciase al trono en 1936 a raíz del gran escándalo por su relación con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.

Aunque los tiempos han cambiado y el mismo Carlos de Inglaterra es divorciado y casado con la también divorciada Camilla, duquesa de Cornualles, la abdicación de Isabel II está descartada.

No obstante, los británicos verán cada vez más al príncipe Carlos y cada vez menos a Isabel II, según los expertos en la realeza.

Un primer paso lo dio el pasado mayo cuando acompañó por primera vez a la reina a la apertura formal del Parlamento de Westminster, un evento solemne que se espera se repita en los próximos años.

Mientras espera y no desespera, el príncipe de Gales dedica su tiempo a sus grandes pasiones, la arquitectura, la defensa de la naturaleza y su apoyo a numerosas causas benéficas.

De acuerdo con declaraciones de un ayudante del príncipe publicadas en un reciente reportaje de la revista "Time", el heredero al trono no tiene prisa por suceder a su madre porque teme que ser monarca se convierta en una especie de cárcel.

Aunque su residencia oficial de Clarence House negó que el príncipe vea el trabajo de rey como una prisión, la noticia fue ampliamente divulgada dado el gran acceso que tuvo la publicación estadounidense al príncipe y su entorno el pasado septiembre.

El heredero es respetado por los británicos por su intenso apoyo a entidades benéficas, entre ellas de ayuda a los jóvenes, y por su apasionada defensa de los espacios verdes, que considera deben preservarse para las futuras generaciones.

Además, Carlos ha conseguido dejar atrás el escándalo que rodeó su relación extramarital con Camilla en los pasados años noventa y su divorcio de Diana de Gales, fallecida después en 1997.

El periodista y escritor Charles Moore, autor de la biografía autorizada de la exprimera ministra Margaret Thatcher, escribió este fin de semana en el diario conservador "The Daily Telegraph" que el príncipe de Gales es "el hombre mejor preparado para la función (de rey) como ningún otro en nuestra historia".

Según Moore, "una de las muchas cosas que (Carlos) ha aprendido durante su largo aprendizaje es la diferencia fundamental entre esperar la corona y llevarla puesta. Con lo primero ha conseguido algo único. Por qué no habría de tener éxito con lo segundo?".