El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, habló este sábado por teléfono con el presidente de EE.UU., Donald Trump, y alabó su "visionaria" nueva estrategia sobre Irán, informó hoy en un comunicado la Casa Blanca.

La conversación entre los dos líderes se produce después de que el viernes Trump amenazara con abandonar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con Irán si no se corrigen sus "defectos" mediante una ley en el Congreso estadounidense o abriendo negociaciones con los otros seis países firmantes.

"El rey Salmán elogió al presidente Trump por su nueva estrategia visionaria con Irán y se comprometió a apoyar a los líderes estadounidenses", reza el comunicado oficial.

Además, durante la llamada, según informó la Casa Blanca, Trump agradeció a Arabia Saudí su apoyo y enfatizó la importancia de la colaboración frente a Irán de los seis miembros del Consejo de Cooperaciones del Golfo (CCG), Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Catar, Kuwait y Omán.

En concreto, Trump agradeció la ayuda del CCG "para contrarrestar las actividades desestabilizadoras de Irán en Siria, Yemen, Iraq y en otros lugares de la región".

El pasado viernes, en todo un desafío a Teherán, el Departamento del Tesoro de EEUU sancionó por terrorismo al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní al considerar que están tratando de desestabilizar la región apoyando, por ejemplo, a al grupo chií libanés Hizbulá.

En realidad, durante años, EEUU ha acusado a Irán de patrocinar el terrorismo mediante su apoyo a Hizbulá, a milicias palestinas en Gaza, a los rebeldes hutíes del Yemen y a las milicias que luchan en Siria junto al régimen de Bashar al Assad.

El Gobierno de Trump y Arabia Saudí, donde rige una corriente ultraconservadora del islam suní (el wahabismo), temen que Irán consiga crear un "corredor chií" desde Teherán hasta el Mediterráneo a través de las regiones chiíes de Iraq, lo que daría a Irán acceso directo a sus aliados en Líbano y Siria.

Ese "corredor" facilitaría el flujo de mercancía y combatientes y supondría una gran victoria para Irán, que busca crear esa ruta mediante su intervención en la guerra siria a favor de al Assad.

Por eso, EEUU y Arabia Saudí buscan fortalecer su alianza contra Irán en este momento.

En el pasado, bajo el Gobierno del expresidente Barack Obama (2009-2017), Estados Unidos presionó a las ricas monarquías del Golfo, incluida Arabia Saudí, para que aportaran más recursos a la coalición internacional para luchar contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.