Brasil amaneció consternada con la noticia del accidente aéreo sufrido por el equipo de fútbol Chapecoense, el modesto club brasileño que vio resquebrajado el "sueño" del ser campeón de la Copa Suramericana.

El equipo partió el lunes desde el aeropuerto de Sao Paulo, con la ilusión a cuestas y la esperanza de vencer el partido de ida de la final ante el Atlético Nacional, pero su proyecto se vio truncado cerca de la ciudad colombiana de Medellín, donde se estrelló la aeronave en la que murieron 75 de los 81 pasajeros. Estas imagenes fueron registradas antes de que el equipo subiera al avión:

Lo que iba a ser una fiesta para este club del sureño estado Santa Catarina acabó convirtiéndose en una tragedia y Brasil y el mundo del fútbol se vistieron de luto.

En las redes sociales hoy sobresalía un mensaje: "#ForçaChape".

Futbolistas, aficionados, clubes y autoridades expresaron su solidaridad con el equipo de Chapecó, una ciudad del sur de Brasil de poco más de 200, 000 habitantes que esta temporada vio el ascenso meteórico del conjunto.

Los veinte equipos de la Serie A del Campeonato Brasileño expresaron su "dolor", su "apoyo", su "solidaridad", su "fuerza" y sus oraciones y colocaron el escudo del Chapecoense como foto de perfil en las redes sociales.

"El huracán del oeste", como es apodado el equipo, llegó a la máxima categoría del fútbol brasileño en 2014 y dos años después se clasificaba para la final de la Copa Sudamericana, que iba a disputar contra el Atlético Nacional de Medellín.

"Vamos en busca de la conquista histórica!", exaltaba el Chapecoense de Brasil en su Twitter el lunes, cuando el equipo partió, sin saberlo, rumbo a la tragedia.

El mensaje con el que este martes despertó el club a sus aficionados era totalmente diferente: "Esperamos manifestación de la autoridad aérea colombiana para emitir una nota oficial".

Pero el equipo brasileño no quiso que la desgracia empañase la alegría del Chapecoense y publicó un vídeo en el que aparecen los jugadores conmemorando enérgicamente en el vestuario su llegada a la final de la Copa Suramericana.

"Que esta sea la última imagen de nuestros guerreros. #ForçaChape", dice el último mensaje en Twitter del Chapecoense de Brasil.

Todavía incrédulos y consternados, los aficionados del club, vestidos de verde, realizaron una vigilia en los alrededores del estadio Arena Condá, donde el Chapecoense luchó con garra a lo largo de la temporada.

La "familia", como un directivo del club apodó al equipo, se desintegró este martes, pero la suerte quiso que algunos de sus jugadores sobrevivieran al fatal accidente, como Alan Ruschel, Jackson Follmann y Hélio Zampier Neto.

"La situación es complicada, difícil. Solo Dios para darnos fuerza", escribió la esposa de Ruschel a través de Facebook.

El destino también jugó a favor de algunos invitados del Chapecoense, que renunciaron a viajar en el último minuto, como el presidente de la Asamblea del estado de Santa Catarina, donde se encuentra la localidad de Chapecó, el alcalde de la ciudad y el hijo del entrenador.

El Chapecoense de Brasil acarició con la mano el "sueño" de ser campeón de Suramérica, pero la ilusión "acabó esta madrugada", como lamentó el presidente del Consejo Deliberativo del Chapecoense, Plinio Davis de Nes Filho.