SEÚL, Corea del Sur. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, llegó el domingo a Corea del Sur para iniciar una gira de 10 días por Asia en medio de la confusión producida en la península de Corea por las amenazas de Pyongyang de avanzar en sus capacidades nucleares y militares y justo después del lanzamiento fallido de un misil norcoreano.

Pence llegó a la región un día después de que Corea del Norte celebró el aniversario del nacimiento del fallecido fundador del país con un desfile militar que incluyó misiles y equipos.

Un misil norcoreano explotó durante su lanzamiento el domingo, según autoridades estadounidenses y surcoreanas, un fracaso de alto perfil que se produce mientras un súper portaaviones estadounidense se acerca a la región en una demostración de fuerza.

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Pence, acompañado por su esposa Karen y dos de sus hijas, depositó una corona en el Cementerio Nacional de Seúl en el inicio de su viaje. Más tarde en el día se espera que se una a soldados estadounidenses y surcoreanos en los servicios religiosos del Domingo de Pascua y en una cena.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que Estados Unidos tomará una posición más dura hacia Pyongyang en declaraciones a reporteros la semana pasada: "Corea del Norte es un problema. El problema tendrá que ser resuelto". En varias ocasiones dijo que si China, el principal socio commercial del país, no está dispuesto a ejercer más presión sobre el Norte, Washington podría ocuparse del asunto.

Además del despliegue del portaaviones de la Marina y otras embarcaciones en aguas cercanas a la península de Corea, miles de soldados estadounidenses y surcoreanos, tanques y otras armas se movilizaron también el mes pasado en sus mayores ejercicios militares conjuntos hasta la fecha. Esto llevó a Pyongyang a repetir sus amenazas rutinarias de ataques a sus rivales en caso de que muestren signos de agresión.

Pese a las provocaciones norcoreanas, funcionarios estaounidenses dijeron que Washington no tiene intención de usar la fuerza militar contra el país en repuesta a una prueba nuclear o un lanzamiento de misiles.

La tarea de Pence ahora es explicar esta política en reuniones con líderes en Corea del Sur y Japón al inicio de su visita, que lo llevará también a Indonesia y Australia. Su objetivo es también reafirmar a sus aliados surcoreanos y japoneses que Estados Unidos dará los pasos apropiados para defenderlos de una posible agresión norcoreana.