Nairobi - Los rescatistas hallaron el jueves más sobrevivientes entre los escombros de un edificio de departamentos que se derrumbó hace seis días a causa de las fuertes lluvias que cayeron en la capital keniana. Los hallazgos aumentaron las esperanzas de que más personas estén vivas tras el desastre que ha dejado al menos a 36 personas muertas y decenas más desaparecidas.

Entre los rescatados había una mujer embarazada, aunque su esposo dijo que los médicos le comunicaron que el hijo que esperaban no sobrevivió. Elizabeth Night Odhiambo, estaba en el octavo mes de su embarazo, dijo su esposo Stephen Onyango.

Los ingenieros militares lograron abrirse paso entre bloques de concreto que tenían atrapada a la mujer y los médicos pudieron proporcionarle oxígeno, agua y glucosa de forma intravenosa, informó la mañana del jueves la Unidad Nacional de Gestión de Desastres de Kenia.

La gente aplaudió cuando Odhiambo fue llevada finalmente en una camilla —con una sábana y un tanque de oxígeno— hacia una ambulancia de la Cruz Roja de Kenia. A pesar de la pérdida de su hijo, Odhiambo dijo a The Associated Press que estaba feliz de que su esposa estuviera viva.

Soldados, bomberos y voluntarios han trabajado día y noche desde que se colapsó el edificio de siete plantas el 29 de abril en una búsqueda desenfrenada y sus esperanzas crecieron el martes cuando una bebé de 6 meses fue encontrada prácticamente ilesa en una bañera.

El jueves, rescataron a tres mujeres y un hombre de entre los escombros, dijo el jefe de la policía Japheth Koome.

Unas 70 personas siguen desaparecidas, informó Abbas Gullet, cabeza de la Cruz Roja de Kenia. Al principio, las autoridades utilizaron retroexcavadoras en la búsqueda, con bomberos y voluntarios quitando trozos de escombro a mano. Un día tras el colapso, el ejército proporcionó equipo especial.

Las autoridades dicen que es inusual que alguien sobreviva más de 72 horas sin agua bajo tales circunstancias.

Ante la gran demanda de viviendas en Nairobi, algunos constructores sin escrúpulos han menospreciado las normas a fin de reducir costes y maximizar beneficios.

El presidente, Uhuru Kenyatta, ordenó el año pasado una auditoría a todos los edificios del país para ver si cumplen las regulaciones, después de que colapsaran ocho edificios causando la muerte de al menos 15 personas. El reporte de la auditoría realizada por la Autoridad Nacional de Construcción encontró que 58% de los edificios en la capital no eran aptos para ser habitados. La mayoría de la población de Nairobi vive en áreas de bajos ingresos o barrios marginales.