Dallas, Texas, EE.UU.-  Licuadoras industriales mezclan batidos para estudiantes en Nueva York, mientras algunas escuelas en California están agregando barra de ensaladas. En Dallas, cafeterías de escuelas usan enfriadores y calentadores para asegurar que la comida esté en su punto antes de servirla.

Distritos escolares en Estados Unidos han realizado tales adecuaciones en años recientes como una manera de incitar a los niños a tener hábitos alimenticios más saludables estableciendo estándares de nutrición más altos.

Pero pagar la renovación representa un reto para muchos distritos, ya que la fuerte demanda por una cantidad limitada de fondos federales significa que las escuelas deben financiar los proyectos por sí mismas. Algunas han realizado mejoras graduales, mientras que otras han trasladado la mayor parte de la cuenta a los contribuyentes a través de paquetes de bonos.

"No podemos hacerlo de la noche a la mañana", dijo Dora Rivas, quien supervisa la nutrición infantil del Distrito Escolar Independiente de Dallas. "Es muy difícil para los distritos escolares hacerlo con sus costos regulares de operación".

El distrito, el 14to más grande del país, ha utilizado una variedad de métodos —incluido un programa de bonos por 20 millones de dólares, una subvención federal por 372,000 dólares y aproximadamente 5 millones de dólares de su presupuesto— para mejorar casi 90 cocinas en los últimos años. Además, otras 20 están en espera de renovación una vez que se tenga el financiamiento.

Existen subvenciones federales, pero el dinero es escaso y la demanda es feroz. En 2009, el Departamento de Agricultura (USDA, por sus iniciales en inglés) ofreció casi 100 millones de dólares para renovar cocinas escolares y recibió solicitudes de casi 25.000 instituciones sumando 640 millones de dólares. Desde entonces, la asignación se ha reducido significativamente: 25 millones de dólares en 2010 y 11 millones el año pasado. En abril se anunciaron 25 millones de dólares en subvenciones.

"La demanda es tremenda", dijo Kevin Concannon, subsecretario de USDA para alimentos, nutrición y servicios al consumidor. "Estas subvenciones pueden ser una diferencia significativa, pero aún hay una necesidad de cientos de millones de dólares".

Aunque el USDA dice que 90% de las escuelas están logrando los estándares de nutrición mejorados que fueron implementados hace dos años, una encuesta a funcionarios de servicio de alimentos escolares realizada por Kids' Safe and Healthful Foods Project —una colaboración de Pew Charitable Trusts y Robert Wood Johnson Foundation— encontró que 88% de los distritos necesitan al menos una pieza más de equipo para cocina.

Entre los nuevos estándares, las escuelas deben ofrecer más granos enteros, fruta y vegetales. Eso significa que los distritos están buscando más espacio de refrigeración para almacenar grandes cantidades de producto, así como procesadoras que rebanen y piquen cantidades grandes de alimento más rápidamente.