ESTAMBUL, Turquía— El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el lunes la autoría de una balacera en un club nocturno de Estambul en Año Nuevo que causó 39 muertos y decenas de heridos.

La agencia de noticias Aamaq, vinculada a la milicia radical, dijo que el ataque fue perpetrado por un "heroico soldado del califato que atacó el club nocturno más famoso donde cristianos celebraban su fiesta pagana".

El hombre disparó con un rifle automático "en venganza por la religión de Dios y en respuesta a las órdenes" del líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi.

EI describió a Turquía como "el siervo de la cruz" y sugirió que el ataque fue una represalia por las acciones del ejército turco contra posiciones del grupo en Siria e Irak.

"Hicimos saber a la infiel Turquía que la sangre de los musulmanes que está siendo derramada en sus ataques aéreos y bombardeos de artillería se convertirá e fuego en sus territorios", señaló el comunicado.

Antes el lunes, el diario progubernamental Hurriyet y el periódico Karar reportaron que las autoridades determinaron que el pistolero, que sigue huido, procede de un país de Asia central, posiblemente de Uzbekistán o Kirguistán.

La policía también encontró similitudes con el ataque al aeropuerto Ataturk en junio, que causó un elevado número de víctimas, e investiga si la misma célula de la milicia radical podría haber perpetrado ambos atentados, agregaron.

El atacante asesinó a un policía y a otro hombre en el exterior del club Reina en las primeras horas de 2017 antes de disparar con un rifle automático a las 600 personas que se estima celebraban la llegada del nuevo año en el interior.

Casi dos tercios de los fallecidos en la lujosa discoteca, frecuentada por celebridades locales, eran extranjeros, de acuerdo con la agencia de noticias oficial turca Anadolu. La mayoría procedían de países de Medio Oriente.

Treinta y ocho de los 39 fallecidos fueron identificados, explicó Anadolu citando a funcionarios del Ministerio de Justicia. Once de los muertos eran ciudadanos turcos y otro tenía doble nacionalidad turca y belga, agregó.

Según la información, siete de las víctimas eran de Arabia Saudí, tres de Líbano y otras tantas de Irak. En la lista de fallecidos había dos ciudadanos de Túnez, India, Marruecos y Jordania y uno de Kuwait, Canadá, Israel, Siria y Rusia.

Familiares y personal diplomático fueron vistos entrando a una morgue de Estambul para reclamar los cuerpos de los difuntos.

Funcionarios turcos no revelaron los nombres de las víctimas identificadas.

La balacera masiva siguió a los más de 30 actos violentos registrados el año pasado en Turquía, que forma parte de la OTAN y de la coalición liderada por Estados Unidos para luchar contra el grupo EI en Siria e Irak. El país fue sacudido por varias explosiones en 2016, incluyendo tres en Estambul, que las autoridades atribuyeron a EI, además de un intento de golpe de Estado en julio y un renovado conflicto con los rebeldes curdos en el sureste del país.

El grupo Estado Islámico asegura tener células en el país. Los analistas creen que la formación fue la responsable de ataques suicidas en enero y marzo que tuvieron como objetivo a turistas en la conocida calle Istiklal de Estambul, y en el aeropuerto Ataturk en junio, que mataron a 45 personas.

En diciembre, la milicia radical difundió un video que supuestamente mostraba el asesinato de dos soldados turcos e instó a sus seguidores a "conquistar" Estambul. Aviones turcos bombardean regularmente al grupo en la localidad de Al-Bab, en el norte de Siria. Turquía no ha confirmado la autenticidad de la grabación.

La semana pasada, Turquía y Rusia negociaron un acuerdo de alto el fuego para Siria que excluye tanto al grupo EI como a otros considerados organizaciones terroristas.

Más de un centenar de objetivos de Estado Islámico en Siria fueron atacados por Ankara y Moscú en operaciones separadas el lunes, informó la agencia Anadolu.

Aviones turcos alcanzaron ocho blancos de EI mientras que tanques y artillería dispararon contra otros 103 cerca de Al Bab, matando a 22 extremistas y destruyendo muchas estructuras, agregó la agencia citando a la oficina del Jefe Mayor del Ejército turco. La aviación rusa atacó también objetivos de la milicia en Dayr Kak, ocho kilómetros (cinco millas) al suroeste de Al Bab.

El primer ministro turco, Binali Yildirim, dijo que el atacante dejó el arma en el club nocturno y escapó "aprovechando el caos" que creó. Algunos clientes de la discoteca se habrían lanzado a las aguas del río Bósforo para escapar del ataque.