BERLIN — Investigadores alemanes hallaron las huellas dactilares de un tunecino sospechoso de embestir un camión contra un mercado navideño en Berlín, se informó el jueves mientras autoridades por toda Europa buscan al presunto atacante y uno de sus hermanos lo exhortó a entregarse.

En tanto, el mercado que quedó destruido por la letal embestida reabrió el jueves, en una muestra de la resiliencia de la capital alemana.

La policía colocó bloques de concreto colocados al lado de la avenida a fin de proporcionar una seguridad extra al famoso mercado que se pone afuera de la iglesia de Kaiser Wilhelm Memorial. En un solemne tributo a las 12 personas muertas y 48 heridas que dejó el atentado, los organizadores decidieron rehacer todo, pero sin la música y las luces brillantes, mientras la gente llegaba a coloca flores y velas en el lugar.

Las autoridades alemanas emitieron un aviso sobre la búsqueda de Anis Amri el miércoles y ofrecen una recompensa de hasta 100.000 euros (104.000 dólares) a cambio de información que lleve a la captura del prófugo de 24 años, advirtiendo que podría ser "violento y estar armado".

"Podemos informar hoy que hay indicios adicionales de que este sospechoso tiene una fuerte probabilidad de ser el verdadero perpetrador", dijo el ministro del Interior Thomas de Maiziere, después de visitar la Oficina Federal de la Policía Criminal junto con la canciller Angela Merkel.

"Se hallaron huellas dactilares en la cabina y hay indicios adicionales que sugieren esto", dijo el ministro a los reporteros.

El diario Sueddeutsche Zeitung y las cadenas de radio NDR y WDR reportaron el jueves que las huellas dactilares de Amri se encontraron en la puerta del conductor del camión de carga que causó la tragedia el lunes en la noche. El periódico Berliner Zeitung reportó que las huellas del sospechoso se hallaron en el volante del camión.

En Túnez, uno de los hermanos de Amri lo exhortó a rendirse.

"Le pido que se entregue a la policía. Si llega a demostrarse que está involucrado, nos desmarcamos de esto", declaró su hermano, Abdelkader Amri, a The Associated Press.

Añadió que Amri pudo ser radicalizado en prisión en Italia, país al que llegó tras salir de Túnez durante los levantamientos de la llamada primavera Árabe en 2011.

La prensa alemana reportó que varios lugares fueron registrados en operativos durante la noche, entre ellos una casa en Dortmund y un hogar para refugiados en Emmerich en la frontera holandesa.

La cacería también hizo que la policía en Dinamarca realizara una búsqueda en un transbordador en el puerto danés de Grenaa después de recibir información de que alguien parecido a Amri había sido visto en el lugar. Pero la policía no encontró nada que diera indicios sobre su presencia.

Las autoridades alemanas consideraban a Amri —quien llegó al país el año pasado— una potencial amenaza antes del ataque del lunes, e incluso lo mantuvieron vigilado durante seis meses.

Trataron de deportarlo después de que su solicitud de asilo fue rechazada en julio, pero no pudieron hacerlo porque no tenía papeles válidos y Túnez en un principio negó que fuera ciudadano.

Un documento perteneciente a to Amri, que de acuerdo con las autoridades ha usado al menos seis nombres distintos y tres nacionalidades diferentes, fue hallado en la cabina del camión. El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico.

Los familiares de Amri, que accedieron a dar declaraciones desde su hogar en Oueslatia, en el centro de Túnez, se alarmaron al enterarse que él era considerado sospechoso.

En tanto, la israelí Dalia Elyakim y la italiana Fabrizia Di Lorenzo, fueron identificadas por sus respectivos gobiernos como dos de las 12 víctimas mortales. Hay dos estadounidenses entre los heridos, dijo el portavoz del Departamento de Estado John Kirby.