PARIS — Una antigua reliquia que muchos cristianos veneran como la corona de espinas de Jesucristo fue presentada ante el público en la catedral de Nuestra Señora de París.

La corona, una banda circular de ramas encerradas en un tubo dorado, es exhibida al público durante tres días para conmemorar el 800mo aniversario del nacimiento y bautismo del rey Luis IX de Francia, que la adquirió en 1239.

La reliquia fue mencionada por primera vez por peregrinos de Jerusalén en el siglo V y fue transferida a Constantinopla en el siglo X.

La corona ha sido presentada al público en ceremonias especiales un puñado de veces en los últimos cien años: en 1997 y en 1939, antes de la Segunda Guerra Mundial, para celebrar siete siglos desde que llegó a Francia.