París.- Francia empezó a recuperarse el viernes de un nuevo tiroteo reivindicado por el grupo extremista Estado Islámico. El gobierno anunció una revisión de las ya considerables medidas de seguridad, mientras los candidatos de las elecciones presidenciales optaban por la cautela con la vista puesta en la votación del domingo.

"La barbarie y la cobardía golpearon París anoche, y como golpearon recientemente en otros puntos de Europa: en Berlín, Estocolmo, Londres", indicó el primer ministro, Bernard Cazeneuve, tras una reunión del consejo de seguridad del gobierno.

"Toda Europa está en el punto de mira porque representa los valores e ideales de la paz", indicó Cazeneuve, que pidió unidad nacional y que la gente "no sucumba al miedo".

Una de las preguntas claves tras el ataque era si, y de qué manera, el ataque que dejó un policía muerto y tres personas heridas tendría un efecto en las intenciones de voto. El riesgo para los candidatos que lideraban los sondeos era cometer un error al interpretar la opinión pública y hacer un gesto o comentario desafortunado que pudiera dañar sus posibilidades.

La primera ronda electoral se celebra en apenas unos días y hacer campaña está prohibido a partir del viernes a medianoche, de modo que en caso de un traspiés no tendrían ocasión de recuperarse a tiempo para la votación del domingo.

Los candidatos cancelaron o aplazaron sus actos de campaña previos al domingo. La segunda vuelta entre los dos más votados se celebra el 7 mayo.

En la emblemática avenida de los Campos Elíseos, en el corazón de París, empleados municipales con trajes blancos trabajaban antes del amanecer para limpiar la acera donde ocurrió el ataque, una escena tristemente familiar en Francia tras varios ataques en poco más de dos años en los que han muerto más de 230 personas.

Las camionetas de reparto hacían sus entregas de la mañana y todo parecería normal, de no ser por las camionetas de televisoras estacionadas en un bulevar que está entre las visitas obligadas para los turistas.

La reunión convocada el domingo por el presidente, François Hollande, con su consejo de seguridad y defensa formaba parte de los esfuerzos para proteger las elecciones del domingo, que ya se celebraban en medio de una seguridad incrementada con más de 50.000 policías y soldados movilizados. El país vive en estado de emergencia desde 2015.

Cazeneuve añadió que habría 7.000 soldados de patrulla, los servicios de inteligencia trabajarían "en las sombras" y las fuerzas de élite de intervención de la policía estaban en alerta.

El agresor salió de un auto y empleó un arma automática para disparar a los agentes ante unos grandes almacenes Marks & Spencer en el centro de los Campos Elíseos, indicó el fiscal antiterrorista François Molins. La policía disparó y mató al agresor. Un agente murió y dos sufrieron heridas graves. También resultó herida una turista extranjera, señaló Molins.

El grupo EI reclamó la autoría unas pocas horas más tarde, más rápido de lo habitual para la milicia radical, que está perdiendo terreno en Irak y Siria.

En un comunicado de su agencia noticiosa Amaq, el grupo dio un pseudónimo para el agresor, Abu Yusuf al-Beljiki, e indicó que era belga o había vivido en Bélgica. Las autoridades belgas indicaron carecer de información sobre el sospechoso.

Los investigadores allanaron una vivienda la madrugada del viernes en un suburbio del oriente de París que se cree está vinculado al ataque. Un documento policial obtenido por The Associated Press identifica el domicilio registrado en el poblado de Chelles como el hogar de la familia de Karim Cheurfi, un hombre de 39 años con antecedentes delictivos.

La fiscalía indicó más tarde que los investigadores habían encontrado una escopeta de pistón y cuchillos en el auto del agresor.

Las autoridades intentaban determinar si "una o más personas" podrían haber ayudado al agresor, señaló el portavoz del Ministerio del Interior Pierre-Henry Brandet.