Washington.- El comandante estadounidense en Afganistán que ordenó usar la "madre de todas las bombas" para atacar un bastión del grupo Estado Islámico no requería de la aprobación del presidente Donald Trump, dijeron el viernes funcionarios del Pentágono.

Los funcionarios informaron que el general John Nicholson cuenta con autoridad para el uso de la bomba, cuyo nombre oficial es "Dispositivo Masivo de Explosión Aérea" o MOAB por sus siglas en inglés. Es la bomba no nuclear más grande que se haya usado en combate y se encontraba en Afganistán desde enero.

Los funcionarios no contaban con autorización para discutir el tema de manera pública, por lo que exigieron anonimato a cambio de sus declaraciones.

El uso de la bomba ha generado una enorme atención, pero su objetivo en el ataque del jueves fue relativamente mundano bajo los estándares militares: destruir un complejo de túneles y cuevas utilizado por combatientes del grupo Estado Islámico en una región montañosa remota ubicada en el este de Afganistán.

Sin embargo, Nicholson tenía un objetivo adicional en mente, de acuerdo con un funcionario que habló bajo condición de anonimato para discutir asuntos internos, quien dijo que el general quería demostrar a los líderes de la filial del Estado Islámico en Afganistán su determinación para eliminar la amenaza militar del grupo.

El funcionario subrayó que el uso de la bomba no tenía intención de enviar un mensaje a ningún otro país, incluyendo a Corea del Norte.

La Fuerza Aérea calcula que cada MOAB tiene un costo de construcción aproximado de 170.000 dólares. No ha dicho cuánto costó su desarrollo ni cuántas de esas bombas existen en su arsenal.

La bomba, conocida oficialmente como GBU-43, contiene 11 toneladas de explosivos. La Fuerza Aérea la apoda MOAB ("Mother Of All Bombs" o "madre de todas las bombas").