SAN JOSE, Costa Rica — Tres personas murieron la mañana del jueves al hundirse una embarcación turística frente a la costa de Punta Leona, en el Pacífico Central costarricense.

El Cuerpo de Bomberos de Costa Rica informó que el catamarán se hundió a 15 kilómetros de la costa. Hasta el momento 54 personas han sido rescatadas en la zona de la Marina los Sueños, de dónde había zarpado el barco, y otras 40 en el puerto de Caldera, 75 kilómetros al oeste de San José, donde la Cruz Roja habilitó un segundo punto de rescate.

El director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chávez, informó que según el reporte inicial una explosión habría afectado el barco, pero los pasajeros rescatados indicaron que el fuerte oleaje hizo que la embarcación se llenara de agua y comenzara a hundirse.

Chávez también explicó que se redujo a tres la cantidad de personas muertas porque uno de los fallecidos había sido contabilizado dos veces y que un avión del Ministerio de Seguridad Pública divisó en el mar a dos personas con chalecos salvavidas pero se desconoce de momento si están con vida.

Sobre la identidad de los fallecidos, hasta el momento sólo ha trascendido que uno es el ciudadano británico de 80 años Stanley Hopkins, quien viajaba con su esposa Estela, de nacionalidad argentina.

La mujer dijo a la televisora local que al zarpar "el mar estaba picadísimo y le dije a mi esposo que no tomara alcohol y yo no tomé, porque vi que el mar estaba muy picado". Contó que vio a su esposo en el mismo barco en el que ella fue rescatada, pero allí se dio cuenta de que el hombre había fallecido.

El director de Bomberos detalló que la embarcación se hundió por completo y las personas fueron ayudadas inicialmente por embarcaciones particulares que estaban en la zona hasta que llegaron los cuerpos de emergencia.

La empresa Pura Vida Princess reportó que la embarcación había zarpado con 98 pasajeros y 10 tripulantes. La mayoría de los pasajeros eran turistas extranjeros que se dirigían hacia Isla Tortuga para un paseo de un día.

De las personas rescatadas, algunas sufrieron heridas menores y crisis nerviosas.

Las autoridades esperan la llegada al puerto de Caldera de un último barco con pasajeros rescatados para hacer un recuento.

Chávez indicó que se desplegaron buzos para inspeccionar el barco hundido pero como quedó sumergido a más de 500 pies de profundidad es imposible el acceso por buceo. "Probablemente necesitemos ayuda internacional para llegar a la embarcación", apuntó.