Con el respaldo de nuevas sanciones de Naciones Unidas, Estados Unidos y vecinos de Corea del Norte se unen en un nuevo intento para aislar a Pyongyang debido a sus programas de misiles y armas nucleares, en una campaña de presión global que es elogiada por el presidente Donald Trump. 

Después de semanas de frustración en Estados Unidos ante la renuencia de China por ejercer acciones, la estrategia de Trump de echar mano de la ayuda de Beijing dio sus primeros frutos. La Casa Blanca elogió los actos de China de integrarse a una resolución unánime del Consejo de Seguridad de la ONU que impone nuevas sanciones que podrían reducir hasta una tercera parte de los casi 3,000 millones de dólares en exportaciones anuales de Corea del Norte. 

“China y Rusia votaron con nosotros. ¡Un gran impacto financiero!”, escribió Trump en Twitter en comentarios que fueron respaldados por la Casa Blanca, en donde funcionarios indicaron que las sanciones solo son el comienzo de un esfuerzo aumentado por presionar a Pyongyang diplomática y económicamente. 

Las sanciones se impusieron en momentos en que ministros del exterior de toda Asia se reúnen el domingo para una cumbre regional en Filipinas, en donde la preocupación en torno a Corea del Norte domina la agenda. 

El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, en Manila para la cumbre, planeó varios encuentros con cancilleres de China y otras naciones protagonistas del debate sobre cómo detener el desarrollo armamentístico de Corea del Norte. Al reunirse con el enviado de Corea del Sur, Tillerson dijo que planeaba discutir los próximos pasos para aumentar la presión después de las sanciones de la ONU. 

“Fue un buen resultado”, dijo Tillerson de la votación del Consejo de Seguridad. La ministra del Exterior de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, indicó que fue “un muy, muy buen resultado”. 

Añadiéndole más drama a las maniobras diplomáticas en Manila, está la presencia del principal diplomático norcoreano, Ri Yonh Ho, quien planeó su propio encuentro con el ministro del exterior de China en el marco de la cumbre. Estados Unidos ha presionado por expulsar de manera temporal a Pyongyang de los 27 países miembros del Foro Regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, pero los diplomáticos presentes están divididos en torno a esa propuesta. 

La asistencia de Ri podría crear una extraña tensión en Tillerson, quien ha enfatizado en varias ocasiones la voluntad del gobierno de Trump por sentarse a negociar con Corea del Norte, pero únicamente bajo la condición de que cesen sus aspiraciones nucleares. Con ese fin, Estados Unidos insiste en que no busca un cambio de régimen en Corea del Norte.