HELSINKI. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, comenzaron hoy su cumbre en Filandia. 

"Llevarse bien con Rusia es algo bueno, no malo", dijo Trump, en algunas de sus primeras declaraciones.

"Es un buen comienzo", también dijo el presidente tras el encuentro de dos horas.

El presidente y Putin intercambiaron elogios, incluyendo la celebración de la Copa Mundial, que concluyó ayer en Moscú. Primero se reunirían solo con intérpretes, y luego con la participación de numerosos asesores.

Su cumbre en la capital finlandesa, Helsinki, tendrá como telón de fondo unas deterioradas alianzas occidentales, la investigación sobre la intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses y el temor a que la agresión de Moscú quede impune. 

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La reunión fue condenada de antemano por varios miembros del Congreso de ambos partidos luego de la acusación estadounidense de la semana pasada a 12 rusos acusados de hackear a los demócratas en los comicios de 2016 para ayudar a Trump a llegar a la Casa Blanca. 

Inmune a esto, el dirigente estadounidense se sentará cara a cara con Putin, el autoritario líder por quien ha expresado admiración. 

Las dudas giran en torno a si Trump reprenderá a su par ruso por la intromisión electoral que derivó en la investigación del fiscal especial Robert Mueller.

Mientras, desde Beijing, China, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk pidió el lunes a Trump y a Putin, así como a China que trabajen con Europa para evitar guerras comerciales e impedir el caos y el conflicto. 

Tusk habló el lunes en Beijing al inicio de una cumbre entre China y la Unión Europea, horas antes de la reunión que mantendrán más tarde en el día Trump y Putin en Helsinki, Finlandia. 

“Todos estamos conscientes de que la arquitectura del mundo está cambiando frente a nosotros y es nuestra responsabilidad común adoptar cambios para bien”, dijo Tusk. 

La semana pasada, Tusk arremetió contra las constantes críticas de Trump a sus aliados europeos y lo instó a recordar quienes son sus amigos cuando se vea con Putin. En la capital china, el mandatario comunitario apuntó que Europa, China, Estados Unidos y Rusia tienen el “deber común” de no destruir el orden mundial sino mejorarlo mediante reformas a las reglas del comercio internacional. 

"Es por esto que pido a nuestros anfitriones chinos, pero también a los presidentes Trump y Putin, que comiencen juntos este proceso a partir de una profunda reforma de la OMC”, declaró Tusk antes, refiriéndose a la Organización Mundial del Comercio por sus siglas. "Todavía hay tiempo de evitar el conflicto y el caos”. 

Washington impuso aranceles del 25% a importaciones chinas valoradas en 34.000 millones dólares en respuesta a las quejas de que Beijing está perjudicando a las empresas estadounidenses al robarles o presionarlas para que entreguen su tecnología. Además aplicó nuevos gravámenes al acero y aluminio de aliados como Canadá, México y la Unión Europea. El bloque de 28 naciones respondió con nuevos impuestos a bienes estadounidenses por importe de 3.250 millones de dólares. 

China y la UE acordaron tomar medidas para “salvaguardar el libre comercio” y el sistema regulatorio multilateral global, señaló el primer ministro de China, Li Keqiang, también el lunes. El dirigente respaldó los esfuerzos para actualizar las normas de la OMC, que según Washington están obsoletas y son engorrosas. 

Preguntado por si Beijing empleó el encuentro del lunes para intentar aliarse con Bruselas contra Washington, Li señaló que la disputa entre Estados Unidos y China era un asunto bilateral que ambas naciones deben resolver. 

"Nuestra cumbre no está dirigida a ningún tercer país”, apuntó Li durante una conferencia de prensa conjunta.