El ejército de Israel atacó sitios insurgentes en Gaza en la madrugada del domingo en respuesta a la reanudación de los lanzamientos de cohetes contra su territorio, que amenazó con terminar el alto al fuego informal que se mantenía desde un repunte de la violencia la semana pasada. 

La ofensiva israelí alcanzó 15 objetivos de Hamas, incluyendo complejos militares, fábricas de munición y fuerzas navales, explicó el ejército. El operativo se produjo luego de que los insurgentes rompieron días de calma en la volátil frontera lanzando proyectiles hacia comunidades israelíes. 

El sistema de defensa aéreo de Israel, conocido como Cúpula de Hierro, interceptó alguno de los cohetes y otros aterrizaron en Gaza. Las sirenas sonaron durante toda la noche en el sur de Israel para alertar sobre los proyectiles. Nadie resultó herido en ninguno de los dos bandos. 

La semana pasada, insurgentes de Gaza dispararon docenas de proyectiles de mortero a Israel, que respondió con bombardeos en el incidente más serio entre los dos bandos desde la guerra que libraron en el verano de 2014. 

Ninguna de las dos partes parece interesada en un conflicto a plena escala, y ambos se contuvieron. Los insurgentes de Gaza no lanzaron proyectiles de largo alcance a las ciudades más importantes de Israel, como hicieron en 2014, y los ataques israelíes se centraron en objetivos militares que no estaban ocupados. 

Hamas dijo que se alcanzó un alto el fuego a través de mediadores e Israel señaló que suspendería sus ataques siempre y cuando no se disparasen proyectiles. Cada vez que Hamas o Yihad Islámica, un grupo insurgente más pequeño, recurren a esta táctica, se arriesgan a provocar una feroz respuesta israelí, especialmente si hay heridos graves en el lado de Israel. 

Israel y Hamas han librado tres guerras desde que el grupo islamista tomó el control de la Franja en 2007. 

Hamas también ha estado orquestando multitudinarias protestas semanales en la frontera con Israel. Más de 115 palestinos murieron por fuego israelí dese el inicio de las manifestaciones a finales de junio. El viernes, una paramédica voluntaria de 21 años fue baleada mientras intentaba ayudar en la evacuación de manifestantes heridos cerca de la valla fronteriza.