"Me estoy muriendo", tuiteó Olesya Zhukovska, una paramédica voluntaria de 21 años, minutos después de ser baleada en el cuello por la bala de un francotirador mientras estallaban enfrentamientos mortíferos en el centro de la capital ucraniana entre opositores y policías.

El tuit, acompañado de una foto donde se ve a la joven tomándose del cuello ensangrentado y evacuada en medio de los disparos, dio la vuelta al mundo mientras los medios sociales repercutían de indignación y temor de que hubiera muerto.

Pero Zhukovska sobrevivió.

Ahora se ha convertido en un símbolo de la protesta de tres meses contra el gobierno del presidente Viktor Yanukovich y de un movimiento en procura de vínculos más estrechos con Occidente y del respeto a los derechos humanos.

"Apoyamos la libertad, nuestros derechos, la independencia social, la democracia, la libertad de palabra, una vida normal", dijo a The Associated Press desde su lecho en un hospital en Kiev.

Zhukovska fue herida ayer por la mañana, cuando tiradores del gobierno empezaron a disparar contra los manifestantes en la Plaza de la Independencia, conocida como Maidan, un bastión de los participantes de las protestas que comenzaron en noviembre contra la decisión del presidente de congelar los vínculos con la Unión Europea y buscar ayuda financiera de Rusia.

Decenas de personas murieron y centenares resultaron heridas esta semana en la violencia más grave que ha experimentado Ucrania en su historia moderna. Durante las protestas, la policía ha atacado deliberadamente a los periodistas que ostentan identificación de prensa y los médicos que lucen cruces blancas, lo que ha provocado indignación internacional.

Zhukovska, oriunda de un pueblo pequeño en el oeste de Ucrania, es una paramédica que ha estado actuando voluntariamente como enfermera en el campamento de carpas de la oposición desde hace tres meses, durmiendo en carpas, en dormitorios improvisados en edificios ocupados, y en casas de aliados de los manifestantes.

"Soy apolítica. No soy miembro de ningún partido. Sencillamente estoy con el pueblo", dijo a la AP la muchacha debilitada y pálida, con el cuello vendado. "No podía estar viendo esto por televisión. Tenía que estar con el pueblo".

Dijo que le dispararon mientras caminaba por el campamento junto con algunos amigos. Se desorientó y pensó que una granada había estallado cerca. "Y alguien me dijo: 'Querida, un tirador te ha disparado''', recordó Zhukovska. "Entonces miré mis manos, las vi cubiertas de sangre y me dije ya está, me estoy muriendo".

En una foto que ha circulado por las redes sociales se la ve conmocionada, con los ojos cerrados, tomándose el cuello sangrante y evacuada por activistas. En cuanto la alzaron a una ambulancia, dijo, tomó su teléfono y con los dedos cubiertos de sangre escribió "Me estoy muriendo" en su cuenta en Vkontakte, equivalente local de Facebook. También está vinculada con su página en Twitter. Y después un médico en la ambulancia tomó el teléfono.

Poco después, Twitter estalló en expresiones de dolor e indignación y muchos temieron que hubiese muerto. Hoy, el mensaje de la muchacha había generado más de 6,200 retuits. Después de horas de espera ayer por la noche, Oleh Musiy, otro paramédico que acompaña a los manifestantes, dijo a la AP que Zhukovska había sobrevivido. Fue sometida a una operación quirúrgica y podría ser dada de alta en una semana.

"¡Estoy viva!" Gracias a todos los que oran y me apoyan", tuiteó hoy.