Muchos jóvenes kenianos acuden a hospitales públicos en busca de medicación antiretroviral después de mantener una relación sexual sin protección, en lugar de usar preservativos, informa hoy el diario local Daily Nation.

Según el rotativo, "los médicos están preocupados por que quienes abusan de las pastillas de profilaxis tras una exposición al VIH (PEP, por sus siglas en inglés) no solo no se tomen toda la dosis correspondientes, sino que incuben un virus resistente a la medicación".

"La gente viene a nuestras instalaciones en busca de PEP con la excusa de que se les ha roto un preservativo. Normalmente, esto pasa durante los fines de semana o el lunes por la mañana", manifiesta al periódico keniano el doctor Enoch Ondari, de Hospital de Kisii, en el suroeste del país.

En el mismo sentido se expresa el doctor Martin Sirengo, jefe del Programa Nacional de Control del Sida, quien apunta que ha habido un incremento alarmante del número de personas que abusan de esta medicación después del fin de semana.

La coordinadora de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida del céntrico distrito de Nyeri, Jennifer Kiruri, declara que, entre los pasados meses de julio y septiembre, el hospital provincial facilitó píldoras PEP a más de cien pacientes a partir de 16 años, uno de los grupos con mayor riesgo de contraer la enfermedad.

"El efecto de la medicación podría perderse si se salta una dosis. ¿Para qué arriesgarse? Siempre se puede usar un condón", recuerda Juliana Atieno, gestora del Hospital Jaramogi Oginga Odinga de Kisumu, en el oeste del país.

Además, la pareja tiene que acudir para que uno consiga la ayuda", añade.

"Al igual que con la píldora del día después, los jóvenes quieren tomar atajos. Mi consejo es, antes de hacer nada, conoce el estado de tu pareja", apostilla la doctora Monica Ndegwa.

Para Christine Otieno, trabajadora del programa contra el sida del capitalino Hospital Nacional Kenyatta, algunos de los pacientes que solicitan el PEP son víctimas de violaciones: "Otros vienen con esa excusa, pero lo hicieron a propósito. Pero no les podemos denegar este servicio".

Este tipo de medicación se dispensa solo en hospitales públicos y está exento de coste alguno.

Aunque en un principio, las PEP se pusieron a disposición de los trabajadores sanitarios con riesgo de exposición a esta enfermedad, después se liberalizó su uso para casos de emergencia, como pueden ser víctimas de violaciones.

Según los últimos datos de ONU Sida sobre Kenia (relativos a 2012), la tasa de prevalencia del VIH y Sida entre la población keniana de entre 15 y 49 años es de un 6,1 por ciento.