Londres - La Iglesia católica en Escocia trasladó hoy una "profunda disculpa" a las víctimas de abusos sexuales, tras la publicación de un informe independiente que critica la forma en que gestionó las denuncias recibidas.

"En representación de todos los obispos escoceses, quiero ofrecer una profunda disculpa a todos aquellos que han resultado dañados o han sufrido de cualquier modo como resultado de las acciones de algún miembro de la Iglesia católica", afirmó el arzobispo de Glasgow, Philip Tartaglia.

"El abuso infantil es un delito horrible. El hecho de que ese tipo de abusos pudieran haberse cometido dentro de la Iglesia, por parte de sacerdotes y religiosos, los eleva a otro nivel", afirmó Tartaglia, que calificó esas acciones de "inexcusables e intolerables".

Una comisión liderada por Andrew McLellan, antiguo moderador de la Asamblea General de la Iglesia en Escocia y exinspector jefe de Prisiones del Gobierno escocés, concluyó hoy que "no hay duda de que en la Iglesia católica escocesa se han cometido serios abusos".

El documento publicado por la comisión da cuenta de 46 denuncias por abusos entre 2006 y 2010, más de la mitad de las cuales se referían a agresiones sexuales (el 55 %), mientras que el resto eran por abusos físicos (19 %), verbales (11 %) y emocionales (15 %).

"No hay nada más importante en este informe independiente que nuestra primera recomendación: que el apoyo a quienes sufrieron abusos debe de ser una absoluta prioridad para la Iglesia católica en Escocia", dijo McLellan al presentar el documento en Edimburgo.

En respuesta al informe, el obispo de Glasgow resaltó que "el daño que han causado los autores de esos abusos es en primer lugar a las víctimas, pero se extiende más allá de ellas, hacia sus familias y amigos, así como a la iglesia y a la sociedad en general".