Londres - Londres se despertó hoy de luto, las banderas están a media asta y los ciudadanos llevan flores, escriben mensajes alentadores y encienden velas en conmemoración de Jo Cox, la diputada laborista proeuropea, de 41 años, que fue asesinada este jueves a tiros en el Reino Unido.

Uno de los lugares más tristes es el barrio de Wapping, cerca del Puente de la Torre de Londres (Tower Bridge), en la ribera del río Támesis, zona en la que está fondeado el barco cubierto de ofrendas donde vivía la diputada, con su esposo y sus dos hijos.

La campaña sobre el referéndum de la Unión Europea, que se celebrará el jueves, se ha suspendido por la conmoción que ha causado el suceso en el Reino Unido pero, en las calles, no se habla de otra cosa.

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Thiago Gómez, un brasileño que lleva trece años viviendo en este país, declaró a Efe que se siente triste al saber que sigue habiendo "gente con tanto odio en este siglo", y defendió que, para él, la "política es como la religión: tenemos que respetarnos los unos a los otros".

John Knows, un británico que disfrutaba de los tímidos rayos del sol en un banco frente al canal, comentó que "es muy triste", porque "ella era una buena diputada, ella hacía las cosas que quería hacer y ayudaba a mejorar la comunidad". "Es una pérdida para todo el mundo", lamentó.

"Es una tragedia para los hijos y para el marido, obviamente todo el mundo está muy triste y enfadado", agregó Barry Bloom, el encargado de un puesto de comida que todos los viernes se coloca en este barrio.

Bloom, al igual que muchos de los vecinos, piensa que "la raíz de esta situación es la enfermedad mental" y la falta de atención que pudo recibir el agresor por parte de los servicios sanitarios.

A la espera de la investigación policial, la familia de Tommy Mair, el detenido y presunto asesino, comunicó que éste tiene antecedentes de trastorno mental.

Y, por su parte, los medios de comunicación revelaron que se trata de un hombre desempleado, de 52 años, e interesado por la actividad de grupos de extrema derecha.

"Nunca he oído que pasase algo así antes, es verdad que el IRA (Ejército Republicano Irlandés) mataba diputados hace años, pero era diferente, había terrorismo", comentó Marco Lamb, un vecino que estaba tomando un café mientras leía el periódico, con un gorra de pescador.

"Él no era terrorista, él estaba trastornado", apuntó Lamb, quien afirmó que "esto que ha pasado en Yorkshire (condado en el que se produjo el crimen) es un gran trauma" para él, ya que "esto no pasa normalmente en Inglaterra".

Y añadió entre risas que "tal vez" se "tenga que mudar a España para estar a salvo", tras explicar a Efe que su hija vive en la Costa del Sol con su pareja.

No sólo la gente anónima fue a rendir tributo a la víctima, también el primer ministro británico, David Cameron, y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, brindaron flores a Jo Cox en un acto en la localidad inglesa de Birstall, donde la diputada fue disparada y apuñalada.

Si el suceso influirá en el resultado del plebiscito del día 23, en el que los británicos decidirán si continúan formando parte de la Unión Europea o abandonan la organización, es otra cuestión que inquieta a los británicos.

"No creo que afecte al referéndum, es solo un hombre loco que actuó solo", arguyó Bloom desde su puesto de comida.

Mientras que Knows piensa que "este evento negativo significa que la gente se va a sentir más insegura y tal vez se vean ahora más cercanos a considerar irse -de la UE- en vez de quedarse".

Para Rodin, "si hubiese sido un ataque terrorista islámico el resultado podría cambiar, pero como fue alguien que estaba enfermo", no cree que "esto marque ninguna diferencia en el resultado del referéndum".

La mayor parte de los consultados consideran que a estas alturas todos saben qué van a votar y este trágico incidente no variará su pensamiento.

Pero Xao Nguwen, británica de rasgos asiáticos y vendedora local, sostuvo que este "terrible hecho" no influirá a los que ya tenían claro su voto, aunque que sí podría hacer que la gente se interese más por el referéndum y por "los valores" de la laborista Jo Cox.