Islamabad - Un tribunal paquistaní acordó hoy mantener la pena de muerte para Asia Bibi, una cristina condenada por blasfemia, mientras que sus defensores anunciaron un nuevo recurso, informó una organización de defensa de derechos humanos.

El Tribunal Supremo de Lahore, en el este de Pakistán, rechazó un recurso de los abogados de Bibi contra la sentencia a la pena capital dictada en 2010, según explicó en un comunicado la organización Amnistía Internacional.

Esta mujer, madre de cinco hijos, fue denunciada en 2009 por unas campesinas musulmanas que la acusaron de contaminar el agua que bebían al tocar el recipiente con sus manos, "impuras" por ser cristiana.

"Esto es una grave injusticia. Asia Bibi nunca debería haber sido condenada, menos aún a la pena de muerte", denunció Amnistía Internacional, que pidió su liberación y advirtió del deterioro "mental y físico" sufrido por esta mujer el tiempo que lleva "aislada en el corredor de la muerte".

Los defensores de Bibi presentarán un nuevo recurso ante el Tribunal Supremo del país asiático, según esta organización.

El Gobierno español expresó en 2012 su apoyo a la familia de la condenada a morir en la horca, cuando su marido, Asiq Mashi, acudió a Madrid a recoger el premio HO 2012 concedido a su esposa por la organización humanitaria HazteOir.

En septiembre, un activista cristiano acusado de blasfemia murió por disparos de un policía en una prisión de Pakistán, en un incidente en el que resultó herido otro preso de nacionalidad británica condenado a muerte por el mismo delito.

El teólogo musulmán Shakil Auj fue asesinado en septiembre en el sur del país al parecer por una "fatua" o edicto islámico emitido por una escuela coránica en la que se le acusaba de blasfemo.

En julio, tres personas -una mujer y dos niños- fallecieron y siete resultaron heridas en un ataque contra una comunidad de la minoría ahmadi por supuesta blasfemia, en el este del país asiático.

La dura ley antiblasfemia vigente en Pakistán fue establecida en época colonial británica para prevenir choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia ul Haq favorecieron el abuso de esta norma.

Los intentos de reforma de la ley a lo largo de los años han chocado con la resistencia de integristas islámicos.

En 2011, el gobernador de la provincia de Punyab, Salman Taseer, y el ministro cristiano de Minorías, Shahbaz Bhatti, fueron asesinados por oponerse a esta legislación y pedir su reforma.