Una ballena varada en una playa de Argentina murió el lunes pese al ingente esfuerzo que realizaron decenas de personas durante más de 40 horas para devolverla al mar. 

El cetáceo permanecía postrado en la orilla del balneario de Punta Mogotes, unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, mientras cientos de curiosos observaban su enorme cuerpo a pocos metros de distancia. 

“Puede llevar días sacarla, incluso una semana, y la necropsia no implica que podamos saber la causa de la muerte”, dijo la bióloga Gisela Giardino al canal de cable Todo Noticias al confirmar la muerte del ejemplar joven de ballena jorobada de cerca de 10 metros de longitud. 

El animal estaba encallado desde el sábado en esa playa de la ciudad costera de Mar del Plata. 

Giardino, una de las participantes en las tareas de rescate, explicó que en las próximas horas se procederá a tomar todas las medidas del cuerpo y de las aletas de la ballena y se le extraerán muestras para determinar si estaba expuesta a algún agente contaminante. 

La bióloga de la Universidad Nacional de Mar del Plata indicó que el animal quizá buscaba un lugar nuevo para alimentarse y terminó encallando en la playa o que padecía alguna enfermedad. 

“Agradecemos infinitamente a toda la gente que colaboró desinteresadamente... a la Prefectura Naval (la policía guardacostas), los guardavidas, a la gente que se acercó y a los barcos que prestaron ayuda” para desencallarla, afirmó Giardino. 

Los rescatistas habían cavado en torno de la ballena para removerla y le tiraron agua además de cubrirla con lonas mojadas para favorecer su hidratación. También trataron de construir con una pala mecánica un doble canal para izarla cuando subiera la marea. 

Uno de los planes contemplados preveía el uso de un remolcador con un cabo de 300 metros ligado a la ballena para meterla al mar. La Prefectura Naval y Defensa Civil habían diseñado un arnés especial para que la ballena no sufriera daños cuando el remolcador tirara de forma gradual de ella. 

Pero a medida que pasaban las horas se desvanecían las posibilidades de mantener con vida al animal. 

Según expertos los encallamientos de cetáceos ocurren cuando están enfermos o cuando se desorientan. 

Hubo al menos dos intentos de devolver al animal al mar que se frustraron porque la ballena terminó otra vez en la costa, lo que hacía suponer que buscaba salir del agua para dejarse morir. 

La ballena se convirtió en un polo de atracción para los vecinos y turistas del balneario. Las jorobadas son de las especies más reconocidas debido a su triangular aleta dorsal, ubicada en una especie de joroba, y sus acrobacias cuando salta fuera del agua. 

Con el vientre y cuello blanco, también son ballenas conocidas por sus cantos, realizados durante la época de reproducción. Se calcula que en el hemisferio sur hay unos 10.000 ejemplares.