La fiscalía general de Venezuela aseguró que siete personas murieron y 61 resultaron heridas en medio de protestas y hechos de violencia registrados en el país, mientras que el gobierno responsabilizó a Henrique Capriles de lo sucedido y acusó a Estados Unidos de financiar las marchas opositoras.

"La embajada ha financiado y dirigido todos los hechos de violencia", dijo el presidente electo Nicolás Maduro, horas después de prohibir a la oposición que marche el miércoles en Caracas como propuso Capriles a sus seguidores en protesta por la proclamación oficial del líder chavista como ganador de las elecciones por parte del Consejo Nacional Electoral en la víspera.

Relacionadas

"Este país no lo puede gobernar la burguesía... un asesino como este", dijo en aparente referencia a Capriles, su rival en la contienda mientras dijo que su movimiento opositor también es financiado por el gobierno estadounidense.

No es la primera vez que Maduro, y antes el fallecido líder Hugo Chávez, acusa a Estados Unidos de estar detrás de protestas en Venezuela.

La oposición rechazó las acusaciones y señaló que la culpa en realidad es del gobierno, al tiempo que en algunas ciudades del país varias personas respondieron al llamado de Maduro y organizaron el martes para ir a las sedes locales del Consejo Nacional Electoral a pedir el recuento de votos.

En al menos una de las marchas opositoras del martes las autoridades arrojaron gas lacrimógeno a los manifestantes.

Maduro también advirtió que no reconocerá a los gobernadores del país si ellos no hacen lo mismo que él, en una aparente referencia a los dos únicos mandatarios estatales: Capriles, del estado central de Miranda, y su jefe de campaña Henry Falcón, del occidental de Lara.

Hasta ahora, ni el gobierno ni la fiscalía han mostrado evidencia alguna sobre la existencia de los siete muertos y 61 heridos.

Capriles, a su vez, ha dicho que no reconocerá los resultados hasta que se haga un recuento total de votos y, en medio de las acusaciones de violencia, Capriles replicó que el gobierno es el único responsable.

"El ilegítimo y su gobierno ordenó que exista violencia para evitar el conteo de los votos ¡Ellos son los responsables!", escribió el opositor en su cuenta de Twitter.

En la mañana, el gobierno anunció que no permitirá una marcha de la oposición convocada para el miércoles en el centro de Caracas, y que Capriles dijo que encabezará.

La fiscal Luisa Ortega, quien primero reportó la muerte de las siete personas en manifestaciones ocurridas el lunes y sobre las lesiones de los 61 restantes, dijo que 135 personas habían sido detenidas.

Ortega no reveló las identidades de muertos o heridos, ni de los detenidos ni las condiciones o lugares donde ocurrieron los presuntos hechos.

En una alocución televisada, Maduro dijo que cinco de los muertos habían fallecido el lunes por disparos de arma de fuego, dos de ellos en el municipio de Baruta, anexo a la capital venezolana, y otro más en el estado occidental de Táchira.

La fiscal Ortega dijo que las personas muertas eran humildes, pertenecientes a la clase obrera. Sin mencionarlo por nombre, la fiscal dijo que el "candidato que no fue favorecido por el pueblo venezolano" es responsable porque "incita a la ciudadanía a tomar acciones de calle".

"Estos siete venezolanos que murieron son miembros de la clase trabajadora, humildes", dijo en rueda de prensa.

Maduro fue un paso más allá y culpó directamente a Capriles de lo sucedido.

"No se va a permitir la marcha... no lo voy a permitir, hagan lo que quieran", dijo Maduro desde una barriada en la alocución transmitida en la televisión estatal.

"Usted es responsable de los muertos que hoy estamos velando", dijo Maduro en referencia a Capriles, a quien llama "candidato derrotado".

Horas después, justo al tiempo en que se esperaba una rueda de prensa de Capriles, Maduro ordenó un enlace en cadena nacional televisiva para que transmitiera una reunión con directivos de la petrolera estatal PDVSA en la que volvió a arremeter contra la oposición.

"En la marcha que están convocando para mañana están buscando muertos", aseguró el mandatario electo, que dijo que su decisión de no permitirla busca impedir un golpe de Estado como el del 11 de abril de 2002, en el que brevemente fue separado del poder Hugo Chávez.

Sin embargo, sí convocó a sus seguidores a marchar el viernes cuando se tiene prevista su juramentación ante la Asamblea Nacional. "La gran marcha sobre Caracas... que nos juramentemos juntos", dijo.

Maduro también anunció que se había iniciado una investigación contra un grupo "pequeño de militares", aunque no dijo el motivo.

Sí agregó de inmediato que la mayor parte de la fuerza armada permanecía fiel a "la revolución".

Apenas el lunes, Capriles dijo que había recibido información de que militares fueron detenidos por intentar defender los resultados de los comicios del domingo, aunque no dio detalles.

El gobierno de Estados Unidos dijo el martes que no está en condiciones de felicitar a Nicolás Maduro y calificó de "difícil de explicar" la decisión de proclamar ganador al candidato oficialista tras los comicios presidenciales del domingo sin haber realizado un reconteo total de los votos como solicitó el aspirante opositor Henrique Capriles.

Después del anuncio de la fiscal, el diputado oficialista Diosdado Cabello dijo que en su calidad de presidente de la Asamblea Nacional pedirá a las autoridades iniciar una investigación penal por los hechos, en los que incluya a Capriles y a los principales miembros de su campaña, entre ellos Henry Falcón y Carlos Ocariz.

"Esos asesinatos van a tener responsables", dijo.

Falcón es el jefe de la campaña opositora y Ocariz el director nacional del equipo.

En la ciudad de Barinas, capital del estado occidental del mismo nombre, se registró un enfrentamiento entre la policía, la guardia nacional y personas que marchaban hacia instalaciones locales del Consejo Electoral, dijo a The Associated Press un hombre que aseguró haberlo testificado.

José Gregorio Colina, profesor y abogado de 49 años, dijo a la AP algunos cientos de personas caminaban hacia la sede electoral cuando un escuadrón de las autoridades les impidió el paso.

Cuando la gente, varios con franelas y banderas alusivas a Capriles, insistió en avanzar, la policía comenzó a lanzarles gases lacrimógenos para dispersarlos.

Julio César Reyes, jefe del comando regional de la oposición en Barinas, dijo a la AP que tenía reportes de al menos 30 personas detenidas.

Barinas es el estado natal del fallecido mandatario Hugo Chávez y es gobernador por su hermano Adán Chávez.

"Esto es imposible que lo paren con bombas y perdigones, la gente salió a apoyar a los que marchaban porque sólo pasaban en grupo de forma pacífica. Ha habido un rechazo a la proclamación de Nicolás Maduro como presidente sin que antes fueran verificadas las actas en un reconteo voto por voto", dijo Colina.

En Valencia, capital del estado central de Carabobo, la diputada Neidy Rosal, del consejo legislativo de Carabobo, opositora del partido Proyecto Venezuela, dijo telefónicamente a la AP que en la jornada hicieron entrega del documento ante el CNE y fue pacífico, pero después hubo unos "focos" de violencia. El lunes, dijo la legisladora, hubo 20 detenidos.

"No son acciones llevadas a cabo por nosotros", dijo Rosal, al asegurar que hay gente infiltrada en esas acciones que sucedieron el lunes.

En la ciudad occidental de Mérida, miles de simpatizantes de la oposición se reunieron afuera de las instalaciones del CNE. Imágenes de la televisora privada Globovisión mostró a manifestantes con banderas venezolanas en la manifestación, la cual era observada por soldados apostados al lado de vehículos blindados.

En la ciudad occidental de Barquisimeto, en el estado Lara y que está en manos del opositor Henry Falcón, una marcha de opositores avanzaba hacia la sede de la autoridad electoral, pero pasado el mediodía no se reportaban incidentes. De protestas de la víspera si se produjeron 10 heridos, dos de ellos graves por perdigones, dijo a la AP en conversación telefónica el médico Ruy Medina, del hospital de Barquisimeto.

En previsión de lo que el gobierno consideraría como desórdenes, el gobierno anunció el martes la prohibición del porte y tenencia de armas de fuego y blancas en todo el país desde el martes hasta el sábado, un día después de una ceremonia anunciada en la Asamblea Nacional para que Maduro tome juramento formal como presidente de Venezuela.

La medida no aplica para las fuerzas de seguridad.

En medio del caldeado ambiente político que impera en Venezuela, con reclamos y mutuas recriminaciones del oficialismo y de la oposición, hasta ahora se desconoce una respuesta final del Consejo Electoral sobre si hará o no un nuevo conteo.

Pareciera, sin embargo, que tal posibilidad es remota porque los máximos voceros del Consejo han descartado un chequeo manual de los votos al asegurar que tal práctica "lesionó por décadas la voluntad de los electores y electoras en Venezuela", según indicó la víspera Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Electoral.

Las protestas en todo el país constituyen un desafío para Maduro incluso antes de que asuma la presidencia de un país cargado de problemas.

Capriles perdió por unos 235,000 votos de unos 13.8 millones de sufragios depositados.