Si una persona que quiere llevar un mensaje contra el gobierno recurre a un método más dramático que repartir hojas sueltas, como clavarse los testículos, por ejemplo, seguramente sea tildado de loco. Pero, a la hora de protestar, las estrategias, aunque excéntricas, no necesariamente significan que la persona “está mala de la mente”.

El pintor ruso que esta semana se clavó los testículos en los adoquines de la Plaza Roja de Moscú sin duda quería llamar la atención y, de hecho, lo logró, pero no necesariamente es un “enfermo psíquico”, como lo calificó el policía que lo detuvo.

“Usualmente esta gente sabe que este sacrificio va a trascender a su comunidad, y eso es lo que quieren. No tiene que tener ningún problema en la cabeza”, observó el psicólogo clínico Alfonso Martínez Taboas.

Del artista Piotr Pavlenski, quien estuvo desnudo e inmóvil con el clavo en los testículos, el psicólogo indicó que probablemente “es una persona excéntrica que no le tiene miedo al dolor”.  “Debe estar convencido de que hay que tratar una injusticia y se sacrificó para llevar un mensaje contundente”, indicó.

No es la primera vez que el pintor se hace algún tipo de daño físico para manifestar su rechazo al Gobierno y siempre ha capturado la atención internacional. “Tiene más impacto que dar un discurso”, señaló Martínez Taboas para explicar el por qué de su singular táctica.

De llegar al extremo de provocarse dolor, el ex presidente de la Asociación de Psicología expresó que eso algo “que pasa a un segundo plano”. “Su protesta, ese sacrificio, tiene un propósito social. Piensa que haciendo ese acto va a estar en las noticias, a generar atención. Cuando es una persona perturbada hay ausencia de motivación, no hay contexto ideológico claro”, observó.

En Puerto Rico, las protestas solitarias más llamativas de los últimos años probablemente han sido las de Alberto de Jesús Mercado, mejor conocido como Tito Kayak. Trepado en postes y en grúas de construcción de proyectos privados, el ambientalista  ha manifestado su oposición a múltiples acciones gubernamentales y a la situación política del país. Aunque se ha puesto en peligro, nunca ha atentado contra su integridad física.