Katmandú, Nepal.— Las autoridades nepalíes cerraron el domingo una sección de una popular ruta de escalada en el Himalaya después de que los rescatistas, abrumados por las ventiscas de la semana pasada que mataron a 38 montañeros, tuvieran que poner a salvo a nuevos escaladores que emprendieron las mismas rutas donde se produjeron las tormentas.

Las tormentas de nieve y avalanchas registradas en la zona superior del Circuito Annapurna, en el norte de Nepal, mataron alpinistas extranjeros, guías locales y residentes de la zona. La mayoría de los cientos de montañeros que se quedaron varados en la nieve estaban ya a salvo, y el miembro del gobierno Yama Bahadur Chojyal indicó que los helicópteros habían reducido sus vuelos.

Al mejorar el tiempo, nuevos escaladores comenzaron a ascender por el mismo recorrido pese al peligro evidente, haciendo que el gobierno cerrase la ruta, indicó Chojyal.

"Nuestros rescatistas y helicópteros terminaron teniendo que bajar a estas personas nuevas cuando todavía estábamos intentando llegar a los que se quedaron varados por la ventisca", explicó.

La ruta se consideró como insegura e invisible en muchos tramos debido a la nieve dejada por la ventisca.

La cifra de muertos en el desastre de la semana pasada —el peor en la historia reciente de Nepal— ascendió el sábado después de que un helicóptero de rescate hallara nueve cuerpos más.

Ram Chandra Sharma, de la Asociación de Agentes de Montañismo de Nepal y que también coordinaba las tareas de rescate, dijo que no había planes inmediatos de recuperar los cuerpos, que se cree corresponden a porteadores nepalíes, en la zona del paso de Shanta, situado a una altitud de 5.100 metros (16.730 pies).

El escarpado terreno hacía imposible que el helicóptero aterrizase para recogerlos, explicó Yadav Koirala, de la División de Gestión de Desastres de Katmandú.

Hasta ahora se ha identificado a 25 de los fallecidos, incluyendo a ciudadanos de Canadá, India, Israel, Eslovaquia, Polonia y Japón. Ocho de los muertos eran nepalíes. Otros trece no han sido identificados aún.

Las ventiscas fueron desatadas por los coletazos de un ciclón que azotó la costa india unos días antes. Las tormentas barrieron la ruta de ascenso del Annapurna y atraparon por sorpresa a los montañeros tras un cambio repentino de tiempo.

La mayoría de los afectados se encontraba en o cerca del circuito de Annapurna, una ruta de 220 kilómetros (140 millas) que recorre la montaña, la décima más alta del mundo. La mayoría de los muertos se encontraba en el paso de Thorong La, que es uno de los puntos más altos de la montaña.