La ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra se regirá, durante la próxima visita del papa Francisco, por un "auto de buen gobierno" que incluye la prohibición de vender y consumir bebidas alcohólicas, informó hoy una fuente oficial.

El Concejo Municipal de Santa Cruz aprobará esta normativa, que estará vigente entre el 5 y el 10 de julio, desde tres días antes de la llegada del pontífice y durante los dos días en los que permanecerá en la capital cruceña, anunció la presidenta de ese organismo, Angélica Sossa, citada por la agencia estatal ABI.

Esta normativa, además de poner en vigor la "ley seca", impondrá también restricciones de circulación en el entorno de los lugares donde se celebrarán los actos de la agenda del papa, y también en las cercanías de la residencia del cardenal Julio terrazas, donde se alojará Francisco durante su estancia en Santa Cruz.

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"Vamos a cerrar, 72 horas antes, los alrededores del monumento del Cristo Redentor, lógicamente siempre pensando en el vecino y la vecina, y se establecerán las vías alternativas para evitar un caos vehicular y habrá restricción de expendio de bebidas alcohólicas para que el papa encuentre un pueblo ordenado y que lo quiere", declaró Sossa.

El monumento del Cristo Redentor será escenario de una misa oficiada por el papa y a la que se prevé la asistencia de miles de personas.

El pontífice llegará a Bolivia el próximo 8 de julio procedente de Ecuador, y tras permanecer unas horas en las ciudades de El Alto y La Paz, se desplazará a la capital cruceña, donde los dos días siguientes desarrollará una apretada agenda.

Entre las actividades confirmadas en la agenda papal figuran la celebración de una misa multitudinaria y una visita a la cárcel de Palmasola, una de las más pobladas y conflictivas del país, además de encuentros con los movimientos sociales y con representantes de la iglesia católica boliviana.

Francisco permanecerá en el país andino hasta el 10 de julio, cuando partirá hacia Paraguay, última parada de esta gira suramericana.