Londres.- Las autoridades británicas realizaban el martes un nuevo cateo en un vecindario cerca de la vivienda de dos de los agresores del Puente de Londres, horas después de que la policía anunció la puesta en libertad de todos los detenidos tras el ataque. Siente personas fallecieron y docenas más resultaron heridas en el incidente.

El ataque, el tercero registrado en Gran Bretaña en tres meses, planteó dudas sobre la capacidad del gobierno para proteger a los británicos tras los recortes en el número de agentes en los últimos años. El asunto es un tema clave en la víspera de las elecciones generales anticipadas previstas para el jueves.

La primera ministra, Theresa May, que convocó los comicios con la esperanza de fortalecer su mandato para las negociaciones de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, fue criticada por la reducción del personal de seguridad. Las encuestas elaboradas en las dos últimas semanas prevén una carrera más ajustada entre su formación, el Partido Conservador, y su principal opositor, el Partido Laborista.

Las 12 personas arrestadas desde el ataque del pasado sábado en la noche en el barrio de Barking, en el este de la ciudad, quedaron en libertad sin cargos, dijo la policía de Londres. El cateo del martes tenía lugar en Ilford, justo al norte de Barking, mientras las autoridades intentan determinar si el grupo tuvo cómplices.

Uno de los agresores, Khuram Shazad Butt, había aparecido en el documental "The Jihadis Next Door" y era conocido de los investigadores, aunque la policía dice que no cree que fuese el cerebro del atentado. El segundo hombre, Rachid Redouane, no había levantado ninguna sospecha. La policía no desveló la identidad del tercer agresor. El trío, equipado con chalecos bomba falsos, fue abatido durante el ataque.

El gimnasio donde entrenaba uno de los atacantes dijo que su personal no detectó indicios preocupantes durante su estancia allí.

En una carta colocada en la fachada del edificio, el Ummah Fitness Centre indicó que los empleados ayudarían “a la policía de todas las formas que podamos” mientras los investigadores intentan descubrir más información sobre Butt, que fue uno de los tres hombres que estrellaron una camioneta contra peatones en el puente y después apuñalaron a otros en el cercano Borough Market.

Los vecinos describieron a Butt como un gran aficionado a las pesas y Transport for London confirmó que trabajó en atención al cliente del Metro de Londres hasta octubre.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, señaló que habrá que preguntarse qué sabía la policía sobre Butt, y agregó que los recortes en el número de agentes disponibles tuvo repercusión en la capacidad para prevenir ataques.

Gran parte de las inmediaciones del Puente de Londres seguían acordonadas el martes, y los trabajadores intentaban llegar a sus puestos de trabajo bajo un aguacero. No se espera que la zona próxima al Borough Market abra el martes.

El país guardó un minuto de silencio a las 11:00 horas (1000 GMT) en memoria de los fallecidos.

Por el momento no está claro si los investigadores tenían los recursos para estudiar quejas como las presentadas por los vecinos de Butt sobre sus intentos para radicalizar a niños o si se desperdiciaron oportunidades cruciales que podrían haber salvado vidas.

El ataque del sábado fue el tercero en otro tantos meses con sospechosos que habían estado en el radar de las autoridades británicas. Las tres acciones fueron reivindicadas por el grupo Estado Islámico.

El nivel de amenaza terrorista en el país sigue “grave”, uno por debajo del grado más alto.