La Marina rusa ha izado su bandera en un nuevo submarino nuclear que será una pieza fundamental en el arsenal del país.

El presidente Vladimir Putin felicitó a la tripulación del submarino Yuri Dolgoruky durante una conferencia telefónica realizada el jueves.

La construcción del submarino comenzó en 1995, pero se retrasó por el colapso económico tras la extinción de la Unión Soviética y no fue sino hasta 2009 que entró en fase de pruebas marinas. La entrada en servicio del submarino se aplazó también por los problemas que presentó el nuevo misil balístico intercontinental Bulava con el que habría de pertrecharse.

El Bulava sufrió una serie de fallas durante sus pruebas que persistieron durante años, lo que generó dudas sobre el futuro del proyecto militar más oneroso en la historia de la Rusia postsoviética.

Pero las pruebas recientes han sido exitosas, lo que finalmente permitió a la Marina poner el navío en servicio.