El futuro del pequeño Charlie Gard, el bebé británico de nueve meses que sufre una rara condición genética que según los médicos es incurable, aún sigue siendo incierto, luego de que hoy el Corte Europea de Derechos Humanos (DD.HH.) de Estrasburgo (Francia) resolviera extender el plazo para decidir si Charlie puede viajar con sus padres a Estados Unidos para ser sometido a un tratamiento pionero, o bien se le debe permitir morir con dignidad. 

No obstante, los padres de Charlie, Chris y Connie Gard, se niegan a darse por vencidos y es por esto que el viernes pasado elevaron una solicitud al DD.HH., para que un panel de siete jueces analizaran el caso de su hijo. Los magistrados habían anunciado que hoy entregarían una respuesta, pero decidieron extender ese plazo por seis días más. 

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De esta manera, durante ese período el hospital Great Ormond Street debe mantener el soporte vital de Charlie, hasta que los jueces den a conocer su resolución el próximo lunes 19 de junio.

Una sorpresa de las enfermeras

Ayer, los padres compartieron una conmovedora fotografía junto a su hijo, que fue tomada en un jardín ubicado en la azotea del hospital donde el niño permanece internado. En la imagen, Chris y Connie compartían con su hijo un improvisado picnic, que fue organizado por las enfermeras del recinto.

"Charlie estuvo despierto todo el tiempo. Fue fantástico para él sentir el sol en su rostro y el viento en su pelo. Pusimos música, y Chris y yo nos recostamos junto a Charlie. Por primer vez en meses nos sentimos como una verdadera familia", aseguró Connie. 

En declaraciones al Daily Mail, la madre del niño agradeció a las enfermeras por la sorpresa que les dieron. "Las enfermeras que han cuidado a Charlie han sido absolutamente fantásticas. Incluso llevaron comida: bebidas, dulces, muffins. Y luego nos dejaron a Chris y a mí solos con Charlie por dos horas. Fueron increíblemente atentas y amables".