Panamá ha establecido relaciones diplomáticas con China, con la que por más de un siglo sólo mantuvo lazos comerciales, anunció el lunes el presidente Juan Carlos Varela. La medida lleva al país centroamericano a romper lazos con Taiwán.

Varela hizo el anuncio durante un mensaje en cadena nacional, en el cual destacó que se trata del “camino correcto para nuestro país”. La decisión acaba con un largo debate en la nación respecto a la conveniencia o no de sumar como aliado a una China que es actualmente el segundo cliente más importante del canal transoceánico y el principal proveedor de mercancías en la zona libre de Colón, en el Atlántico panameño.

En un comunicado conjunto aparte y que fue estampado por los cancilleres de ambas naciones el martes en Beijing, se dejó claro que a partir de ahora Panamá y China se reconocen mutuamente y establecen sus relaciones con respectivas embajadas.

“El gobierno de Panamá reconoce que existe una sola China en el mundo, que el gobierno de la república popular de China es el único gobierno legítimo que representa a toda China, y que Taiwán forma parte inalienable del territorio chino”, destacó el documento en el que se anuncia el fin del reconocimiento a Taipei.

China siempre expresó su molestia por el reconocimiento de Panamá y de otras naciones en el mundo a la soberanía de Taiwán, considerada por el gigante asiático como una provincia rebelde.

Varela había planteado en su campaña que lo llevó a la presidencia en 2014 la posibilidad de cambiar el reconocimiento por razones históricas, económicas y estratégicas. Sin embargo, el anuncio tomó por sorpresa a un país que hasta hace poco hacía alarde de sus buenas relaciones políticas y de cooperación con Taiwán, que aún sigue conservando algunos aliados en América Latina.

Centenares de panameños cursan estudios universitarios en Taiwán gracias a becas otorgadas por el gobierno de Taipei, y el presiente Varela agradeció ese y otros gestos de cooperación del país asiático. Sin embargo, el gobierno panameño apostó por una relación con un gigante que tiene mayor peso económico y que le podría ser estratégico.

“Ambos países apostamos a un mundo más interconectado”, señaló Varela, en alusión al mayor protagonismo que podría tener China en el canal interoceánico y en los futuros planes panameños de expandir su negocio portuario e intermodal. Refirió que fue un gigantesco buque chino el que inauguró la ampliación de la vía marítima hace un año.

Varela instruyó a sus ministros a que trabajen de inmediato para alcanzar acuerdos a corto y mediano plazos en materia turística y comercial, migratoria, agrícola, cultural, educativa y marítima con la segunda economía más grande del mundo.

El Ministerio taiwanés de Exteriores afirmó el martes en un comunicado que el presidente Varela había ignorado la amistad entre sus países y los esfuerzos de Taiwán para ayudar al desarrollo general panameño.

Panamá “se sometió a las autoridades de Beijing por beneficios económicos” y “mintió” al gobierno taiwanés, añadió el Ministerio. La cancillería taiwanesa también condenó a Beijing por “tentar” a Panamá y dijo que no “entrará en una competición de diplomacia del dinero con las autoridades de Beijing”.

La presencia china en Panamá se remonta a la construcción del ferrocarril interoceánico, que se logró en 1855 y fue impulsado por la fiebre del oro en California. Los asiáticos formaron parte de la mano de obra de un proyecto de transporte que luego empujó a la apertura de la zanja interoceánica.