Un pastor evangélico dominicano se negó a bendecir la boda de una mujer porque es portadora del virus VIH que causa el sida y su pareja no, según se conoció hoy durante la celebración de un encuentro que analizó los derechos de las personas afectadas por esa enfermedad.

"Yo tenía una relación formal con un hombre que no era seropositivo; soy de esa iglesia hace mucho tiempo y cuando le pedí al pastor que nos casara por su iglesia me dijo que no, que las personas con VIH tenían que contraer matrimonio con otra persona con esa condición", narró Miledys Aquino (nombre ficticio).

El testimonio de la mujer fue parte de las historias sobre discriminación denunciados durante el "diálogo nacional sobre VIH y derechos", auspiciado por el Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).

La mujer informó que el suceso se produjo en la ciudad de Hig ey, provincia La Altagracia, en el extremo este de República Dominicana, donde nació y reside.

Un documento enviado por los responsables del diálogo contiene también la denuncia de la abogada Indiana Jiménez sobre el despido que sufrió un cliente suyo afectado de sífilis por parte de una empresa ubicada en Santo Domingo.

"Estas violaciones ocurrieron cuando la empresa le realizó un test de detección de sífilis sin su conocimiento ni consentimiento", explicó la profesional.

Dijo que le hicieron el análisis bajo el alegato de que era para conocer su tipo de sangre.

"La víctima nos confesó sentirse engañada, utilizada y a la vez impotente por no sentirse segura y protegida ya que desconfía de la eficacia del proceso judicial, entendiendo que el mismo es un proceso prolongado, lento y que podría quedar desempleada por un largo tiempo sin recursos para subsistir, además que no cuenta con dinero para pagar un abogado", narró la letrada.

Por otra parte, la presidenta de la Red de Personas que Viven con VIH (Redovih), Dulce Almonte, aseguró que a pesar de todas las leyes y derechos consagrados en el país, las personas con esa condición son expulsadas frecuentemente de los trabajos sin que nadie ponga un freno a la situación.

"Las personas con VIH nos vamos a morir de hambre, nos botan de los trabajos y no nos quieren contratar en ningún lado", se quejó.

De su lado, el director de Conavihsida, Víctor Terrero, consideró que mientras no se logre el respeto total de los derechos de las personas con VIH en todos los ámbitos de la sociedad, la sociedad dominicana no logrará mayores resultados frente a la epidemia.

"Es tiempo ya de reexaminar las políticas de VIH para fortalecer el enfoque de derechos humanos y lograr más resultados, en beneficio de las personas que viven con esa condición", afirmó el galeno.

De la actividad participaron también, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

De acuerdo con datos oficiales, en República Dominicana existen entre 60.000 y 75.000 personas con el virus VIH y la enfermedad del sida.