Buenos Aires.- Un puertorriqueño que formaba parte de los comandos SAS (fuerzas especiales británicas) durante la Guerra de las Malvinas y que fue prisionero del Ejército argentino, se ha convertido en una pieza clave en un juicio por torturas contra soldados argentinos que combatieron en ese conflicto bélico.

En los tribunales de justicia de Río Grande y Comodoro Rivadavia se investigan las torturas a las que fueron sometidos 150 soldados argentinos, todos conscriptos, por parte de sus superiores y de las cuales el boricua Charles Roy Fonseca, nacido en Puerto Rico, fue testigo cuando estuvo prisionero.

Pese a que la justicia ha determinado que los crímenes estaban prescriptos, la resolución va a ser apelada. Fue ahí cuando empezó la búsqueda de los abogados querellantes de uno de los dos prisioneros británicos de la guerra, informa criticadigital.com.ar.

El cabo primero Roy Fonseca fue hecho prisionero el 10 de junio de 1982 y estuvo detenido en Puerto Howard.
De acuerdo a los antecedentes que manejan los abogados, el puertorriqueño vio a un soldado argentino "rapado, con los brazos cruzados detrás de su espalda, en cuclillas, abandonado y atado a una cerca", afirma el medio electrónico argentino.

"Era su castigo por haber carneado una oveja. La pena por no haber contenido la locura que le disparaba el hambre", añade el portal de internet, que afirma que son cerca de 70 los querellantes de la causa.