Cuando un grupo de trabajadores terminó de pintar las paredes de una de las numerosas universidades privadas albanesas, su propietario, en lugar de pagarles con dinero, les ofreció títulos de licenciados.

Muchos albaneses creían que se trataba de un chiste, pero contado estos días por boca del primer ministro, Edi Rama, demuestra la grave situación en la que se encuentra la educación superior en la Albania postcomunista.

Además de pintar paredes y prestar servicios de fontanería y carpintería, otros han llegado a pagar con carne de vaca o cordero, arroz, alubias y hasta leña sus graduaciones como médico, jurista, economista, arquitecto o filósofo, según ha denunciado Rama. En la universidad pública de Elbasan, Albania central, 16 nuevos profesores "graduados" en enfermería enseñan pese a tener sólo el primer ciclo de estudios.

Estos son algunos de los numerosos abusos en la concesión de títulos académicos que han salido a la luz a raíz de un control del Ministerio de Educación y Deportes (MAS), el primero de este tipo realizado desde la caída del comunismo en 1991 y cuyos resultados se han publicado esta semana.

El objetivo de la inspección, que duró seis meses, era verificar la legalidad de todas las instituciones de la enseñanza superior y universidades públicas y privadas que operan en Albania, dijo a Efe Plarent Ndreca, secretario general del MAS.

Entre las violaciones más graves de la ley, Ndreca subrayó casos como el de universidades que funcionan sin licencias o permisos oficiales, la oferta de programas de estudios no homologados, carencia de registros de los estudiantes, del número del profesorado y de información sobre su formación académica.

"Hemos revelado también posibles casos de venta de títulos falsos que vamos a denunciar a la Fiscalía", afirmó Ndreca.

Según la prensa local, los propietarios de las universidades, que en algunos casos son diputados, exministros o personas relacionadas con el mundo del crimen, venden títulos de licenciatura por entre 8,000 y 12,000 euros, dependiendo de la profesión y las notas que el "cliente" quiera obtener.

Con apenas tres millones de habitantes, Albania, uno de los países más pobres de Europa, ha visto como el número de universidades privadas se ha disparado hasta alcanzar la cifra de 59 instituciones, la mayor per cápita en Europa, superando ocho veces a Gran Bretaña.

Desde que se fundó la primera universidad privada "Luarasi" en 2003, han crecido como setas este tipo de centros privados, hasta sumar en torno a los cincuenta -durante los 45 años del comunismo eran diez-.

Para acabar con este sistema podrido de la enseñanza superior el Gobierno ha decidido cerrar 18 universidades e instituciones privadas, así como la universidad pública de Bellas Artes de la ciudad norteña de Shkodra y seis centros públicos ubicados en diversos distritos del país.

También ha suspendido temporalmente la actividad de otras trece universidades privadas hasta que cumplan con todos los criterios legales, y les ha dado un período máximo de dos años.

Unos 6,000 del total de los 157,000 estudiantes afectados por el cierre de estos centros tendrán derecho a seguir sus estudios en otras universidades.