La reina Isabel II firmó este martes la ley que tramita la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), el último paso para que la legislación entrase en vigor, anunció el presidente de la Cámara de los Comunes para alegría de los diputados conservadores.

La monarca firmó en horas de la mañana el documento que fue elaborado por el gobierno de Theresa May en julio del 2017 y adoptado la semana pasada por el Parlamento británico, tras varios meses de debate.

El "consentimiento real" es la última etapa del procedimiento legislativo en el Reino Unido.

La ley pondrá fin a la supremacía del derecho europeo sobre el derecho nacional e integrará en la legislación británica las leyes comunitarias que Londres desee conservar.

La llamada ley del Brexit también establece la fecha oficial de la salida de la Unión Europea, que será el 29 de marzo del 2019, cuando sea medianoche en Bruselas.

La promulgación de la legislación constituye un "momento histórico para nuestro país y un paso importante hacia materialización de la voluntad del pueblo británico", dijo May.

Esta ley, engranaje fundamental de la puesta en marcha del Brexit, debe permitir al Reino Unido seguir funcionando con normalidad una vez que abandone el bloque europeo.

El texto recorrió un tortuoso camino en el Parlamento británico desde que empezó a examinarse, en setiembre, y el gobierno sufrió varios desaires, dejando en evidencia las persistentes divisiones sobre las orientaciones a darle al Brexit.

Fue la semana pasada, al hacer Theresa May una concesión de último minuto sobre el papel del Parlamento en el proceso del Brexit, cuando la primera ministra consiguió poner en vereda a los diputados conservadores eurófilos, que reclamaban que la última palabra sobre el acuerdo final con Bruselas pase por el Parlamento.

Los defensores acérrimos del Brexit celebraron la adopción de la ley como una garantía de que el Reino Unido saldrá efectivamente de la UE, a pesar de la incertidumbre en torno a las negociaciones con Bruselas.

Las posibilidades de que se revierta la decisión de los británicos de abandonar la UE "ahora son nulas", consideró el ministro de Comercio Internacional, el euroescéptico Liam Fox, para quien la adopción de la ley lanzó "irrevocablemente" la puesta en marcha del Brexit.

Para el influyente diputado conservador Jacob Rees-Mogg, partidario de un Brexit sin concesiones, el fin de este turbulento procedimiento legislativo significa que May podrá continuar las negociaciones con Bruselas en una posición "mucho más fuerte".