Madrid.- El rey Juan Carlos I defendió hoy hacer compatible la austeridad con el crecimiento económico, y reivindicó a España como "parte de la solución a la crisis global".

En su tradicional alocución de Navidad dirigida al país a través de televisión, y este año por primera vez también en el canal de la Casa Real disponible en la página de internet YouTube, el monarca dedicó gran parte de sus palabras a reflexionar sobre la "grave crisis económica" que atraviesa España.

Tras destacar que los españoles viven "uno de los momentos más difíciles" de la reciente historia del país, aseguró que "las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana en un plazo razonable de tiempo, de manera que se asegure la protección de los derechos sociales".

"La Corona es muy consciente del esfuerzo y el sacrificio que los ciudadanos están llevando a cabo con entereza; ningún esfuerzo en la vida es baldío y tampoco lo serán los que se están haciendo ahora", añadió el rey, que animó a los españoles a reaccionar con una demostración de confianza.

En este sentido destacó que para que la economía española vuelva a crecer "tenemos que poner orden en nuestras cuentas y, a la vez, generar estímulos para la creación de riqueza", punto en el que aseguró que "el primer estímulo que nos sacará de esta crisis se llama confianza".

Una confianza en sí mismos que genere a su vez confianza de los mercados financieros en España, con la convicción de que, al igual que durante la Transición a la Democracia, los españoles podrán superar las dificultades actuales si actúan con "generosidad, talento y creatividad".

"España es parte de la solución a la crisis global y debe ser protagonista en la toma de decisiones de los grandes foros internacionales", aseguró el monarca.

Recordó también a Iberoamérica, de la que dijo "es parte fundamental de nosotros, como también nosotros lo somos de ella".

"Lo mismo acontece con Europa. Con la Unión Europea tenemos que seguir trabajando para superar las visiones puramente nacionales y reforzar las bases de la solidaridad" con las que se avanzó en el proceso de integración, aseguró.

"Hemos de garantizar que nada de lo conseguido juntos, ni los derechos individuales y sociales, ni el bienestar económico, ni el proceso de construcción política y económica puedan verse amenazados", agregó el rey Juan Carlos.

Este ha sido el primer mensaje navideño en el que el monarca no mencionó el terrorismo, después de que hace más de un año ETA anunciara el cese de su actividad.

También ha sido el primero en que se dirige a los españoles desde su despacho, de pie ante su mesa de trabajo, en lo que supone su reaparición institucional tras la última intervención quirúrgica a la que fue sometido en la cadera.

Las banderas de España y de la Unión Europea, un retrato del fundador de la dinastía Borbón-Parma, una foto de la reciente Cumbre Iberoamericana de Cádiz y un belén acompañaron al monarca en la imagen televisada de su alocución, de casi nueve minutos.

El jefe del Estado manifestó su preocupación por el desapego de los ciudadanos hacia las instituciones y reivindicó la importancia de "la política con mayúsculas", basada en "la ética personal y social", para salir de la crisis, porque "no todo es economía".

En este contexto, defendió una política que, "desde el respeto a la diversidad", integre "lo común" para "sumar fuerzas, no para dividirlas" e hizo un llamamiento a "cerrar las heridas abiertas" sobre la base del "respeto a las leyes y a los cauces democráticos".