Taipei.- El jefe de la secta religiosa "Ri Yue Ming Gong", Chen Chiau-ming, ha sido condenado a 13 años de prisión por la muerte de un estudiante de 17 años, quien fue maltratado y dejado morir de hambre en las instalaciones del grupo, informó hoy el diario taiwanés "China Post".

Chen, condenado por daños que produjeron la muerte, conspirar y privar de la libertad al estudiante, lamentó el fallecimiento del joven, pero consideró excesivo el castigo porque adujo que desconocía su maltrato.

"Si lo hubiera sabido, habría hecho todo lo posible por salvarlo", dijo Chen al juez tras conocer la condena.

La madre del estudiante, Huang Chiue-fen, miembro de "Ri Yue Ming Gong", fue sentenciada a cuatro años y seis meses de prisión por su participación en la muerte de su hijo.

Según la sentencia judicial, miembros de la secta, por orden del jefe, interrogaron y golpearon al estudiante, lo encerraron con pies y manos atados, y lo obligaron a escribir una confesión de haber ingresado en una pandilla y consumido drogas.

Después de la confesión escrita, no le liberaron sino que le mantuvieron encerrado en una pequeña habitación, hasta que el 5 de enero de 2013, ante síntomas de fuerte deterioro de la salud, lo llevaron a un hospital, donde llegó sin signos vitales.

Este suceso ocurrió en el distrito de Changhua, ubicado en el centro de Taiwán.