Sandro Pallaoro viajaba en el avión que se estrelló hace casi una semana, cuando el equipo viajaba a Colombia para disputar la ida de la final de la Copa Sudamericana.

En el accidente perecieron 71 de 77 ocupantes de la aeronave, incluidos 19 jugadores del equipo. El sábado, se rindió un homenaje a las víctimas en el estadio de Chapecó. Los sepelios se realizaban en distintas localidades del país. Ninguno de los jugadores era originario de esta pequeña ciudad meridional de Brasil.

Pallaoro fue elogiado por lograr que el modesto club fuera competitivo y por evitar que incurriera en endeudamiento.

"Hasta ahora, nuestra prioridad eran las familias", dijo Agenor Martins, hincha del Chapecoense. "Ahora tenemos que abrir un nuevo capítulo para el club y para la ciudad. Tenemos que seguir adelante. El ejemplo que puso el presidente es que se puede ser grande incluso en una ciudad pequeña si hacemos todo de una forma correcta y transparente. Y lo volveremos a hacer".

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El alcalde de Chapecó, Luciano Buligon, destacó que la ciudad mira hacia delante y espera recuperar el lunes algunas de sus actividades normales.

"Las escuelas reabrirán y comenzaremos a adaptarnos después de esta tragedia que permanecerá con nosotros para siempre", indicó Buligon. "Nuestra comunidad se mantendrá unida y se recuperará poco a poco. Hasta entonces, todo lo que podemos hacer es estar con las familias que permanecen aquí y llorar con ellas".

El club tiene garantizado un puesto en la primera división de Brasil para la próxima temporada. Probablemente, su plantel se conformará con jugadores procedentes de las juveniles y con futbolistas cedidos a préstamo por otros clubes en un gesto de solidaridad.

Tanto el argentino Juan Román Riquelme como el brasileño Ronaldinho han ofrecido salir del retiro para ayudar al equipo.

La última fecha de la temporada en Brasil se pospuso debido a la tragedia. La Confederación Brasileña de Fútbol no ha aclarado si los partidos se llevarán a cabo el próximo fin de semana.

Los jugadores de varios equipos han manifestado que preferirían no jugar.