Un singular inodoro de oro puro que formaba parte de una exposición de arte fue robado el sábado del magnífico palacio inglés donde nació Winston Churchill, el primer ministro británico durante la última guerra mundial.

El artefacto, valuado en 1 millón de libras (1.2 millones de dólares), es obra del artista italiano Maurizio Cattelan. Lo habían instalado dos días antes en el Palacio de Blenheim, al oeste de Londres, después de pasar un tiempo en exhibición en el Museo Guggenheim de Nueva York.

La policía dijo que lo sustrajeron ladrones que se desplazaban en al menos dos vehículos. Debido a que estaba conectado a la plomería del palacio, su sustracción provocó “daños considerables e inundación” en un inmueble declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO y lleno de valiosas obras de arte y muebles.

Un hombre de 66 años fue arrestado, pero no fue acusado formalmente ni identificado.

El inspector Richard Nicholls, de la policía del Valle del Támesis, dijo que los ladrones salieron del lugar alrededor de las 4.50 de la mañana sin llevarse otros objetos. La policía estudiaba los videos tomados por las cámaras de circuito cerrado.

Antes del robo, los asistentes a la exposición de Cattelan podían reservar el uso del inodoro durante tres minutos.

El artista pretendía que el inodoro de oro fuera una sátira sobre la riqueza excesiva. “Comas lo que comas, un almuerzo de 200 dólares o una salchicha de 2 dólares, apara el inodoro el resultado es el mismo”, dijo en una ocasión.

Edward Spencer-Churchill había dicho al diario The Times que no sería fácil robar el inodoro porque estaba conectado a las cañerías del palacio.

“Por eso no, no pienso montar guardia”, dijo.

El inspector Jess Milne dijo que “la obra de arte todavía no ha sido recuperada, pero estamos realizando una investigación exhaustiva para hallarla y llevar a los responsables ante la justicia”.