Mientras que el esposo de Sarai Sierra, Steven, y el hermano de esta, David Jiménez, regresaban ayer a Estados Unidos, en ese país los reportes sobre la investigación de su muerte apuntaban al posible tráfico de drogas.

En Turquía, mientras tanto, el jefe de la policía intentaba aclarar dudas sobre el cadáver de Sarai, y si fue violada o no.

Al mismo tiempo, se regaron como pólvora nuevas declaraciones del hombre identificado como Taylan, quien aseguró que tuvo relaciones sexuales consentidas con Sarai en el baño de un club nocturno la noche anterior a su desaparición.

El periódico New York Post publicó que el FBI tiene dudas sobre los verdaderos motivos del viaje de Sarai, la mujer de ascendencia boricua asesinada en Turquía, ya que ella supuestamente tuvo contacto con un “elemento criminal” durante sus vacaciones.

“Hay muchas preguntas que necesitan una respuesta”, dijo al NY Post la fuente del FBI que está familiarizada con el caso, pero que no se identificó.

“La primera persona con la que ella se encontró allá era un elemento criminal”, indicó el informante sobre el viaje de Sarai, quien arribó a Turquía el 7 de enero y luego viajó el 15 de enero a Ámsterdam, el 16 a Múnich, para regresar a Estambul, la capital turca, el 19 de enero.

Por otra parte, el diario turco Vatan publicó una escandalosa confesión de Taylan, el hombre con quien Sarai pensaba reunirse el 21 de enero en la torre de Galata, según descubrieron a través de los mensajes en las redes sociales.

Taylan habría declarado que tuvo relaciones sexuales con Sarai la noche antes de su desaparición en el baño de un club nocturno.

“Estuvimos juntos el día y la noche anterior... La noche del 20 de enero estuvimos juntos en el baño de un club en Beyoglu para tener algo de diversión”, asegura el diario turco.

Al hombre se le pidió muestas de su ADN y de su semen. Anteriormente, Taylan estuvo detenido y luego fue liberado.

La amiga de Sarai, Magdalena Rodríguez, quien debía acompañarla en su viaje y a último minuto canceló, le dijo a Fox News que no creía las declaraciones del hombre.

El cuerpo de Sarai fue recuperado el pasado sábado en las antiguas murallas de Sarayburnu, una zona humilde de Estambul.

Según las autoridades, un golpe contundente en el lado izquierdo de la cabeza fue lo que le provocó la muerte a la mujer que desapareció durante el último día de su estadía en Turquía.

Precisamente, ayer el gerente de la Oficina de Seguridad Pública de la Policía, Yener Ülgütol, reafirmó –una vez más– que solo tenía un golpe y que los hematomas en la cara se formaron a consecuencia de ese cantazo, según lo citó el periódico turco en inglés Today Zaman.

Ülgütol también enfatizó que Sarai no fue violada y, por lo tanto, le restó importancia a si llevaba sus mahones en la rodilla o si no los tenía, ya que “la Oficina del Ministerio Público y la autopsia revelaron que no fue violada”.

El oficial también indicó que Sarai fue asesinada el mismo 21 de enero, último día en que se tuvo noticias de ella.

Su cuerpo se encontró el 2 de febrero. Las autoridades turcas han interrogado a 21 personas, entre ellas tres iraníes, incluidas dos mujeres, para interrogarlas con relación a la muerte de Sarai.

Los restos de Sarai, según la agencia de noticias Prensa Asociada, llegarán a Estados Unidos hoy, jueves.