SEUL, Corea del Sur.-  Corea del Sur está siguiendo de cerca las acciones de su vecino del norte porque podría lanzar otro misil balístico intercontinental tan pronto como el sábado, cuando celebrará su aniversario patrio. 

La portavoz del ministerio de Unificación de Corea del Sur, Eugene Lee, dijo el viernes que Pyongyang podría realizar su próxima prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés) este fin de semana o alrededor del 10 de octubre, otro feriado norcoreano que celebra la creación de su partido oficialista. 

Anteriormente, Corea del Norte ha celebrado fechas claves con muestras de poderío militar, pero ahora sus pruebas parecen tener además la necesidad de mejorar el potencial de sus misiles. 

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Pyongyang acaba de realizar el domingo pasado su sexta y más poderosa prueba nuclear hasta la fecha. Dijo que fue la detonación de un arma termonuclear construida para sus misiles intercontinentales. 

En julio, Corea del Norte probó dos veces sus ICBM Hwasong-14, que están en desarrollo, y los analistas creen que, según información de la trayectoria de los misiles, podrían cubrir una amplia área del territorio continental de Estados Unidos, incluso grandes ciudades como Los Ángeles o Chicago, cuando estén perfeccionados. 

Corea del Norte disparó en julio varios ICBM con otros ángulos a fin de reducir su alcance y evitar que caigan en otros países, pero los funcionarios de Corea del Sur dicen que los próximos lanzamientos podrían tener ángulos más cercanos a los operativos porque Pyongyang estaría queriendo probar si las ojivas podrían sobrevivir las condiciones duras de reingreso atmosférico y detonar apropiadamente. 

En Washington, el presidente Donald Trump reiteró el jueves que "ciertamente" una acción militar es una opción contra Corea del Norte. 

Estados Unidos ha dicho provisionalmente que Corea del Norte ensayó una bomba de hidrógeno, algo que la propia Corea del Norte ha sostenido. Un funcionario sénior del gobierno de Estados Unidos dijo que Washington seguía evaluando la explosión subterránea del fin de semana pasado pero que hasta ahora no había notado nada que no sea consecuente con el argumento de Pyongyang.