ANKARA, Turquía. La capital de Turquía, Ankara, registró enfrentamientos cuando la policía impidió que políticos procurdos y otros que lloraban a las víctimas depositaran claveles en el lugar donde dos supuestos atentados suicidas mataron a 95 personas e hirieron a centenares más el sábado, en el ataque más letal contra el país en años.

Los líderes del partido procurdo, Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag, tenían previsto rendir homenaje a las víctimas el domingo. Pero la policía les impidió acceder a la zona asegurando que la policía seguía trabajando allí, en el área del mortal atentado a una marcha por la paz y la democracia.

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La policía incluso utilizó gases lacrimógenos contra los manifestantes.

Al final, a un grupo de 70 dolientes se les permitió el domingo entrar a una zona acordonada afuera de la principal estación de trenes de la ciudad para rendir tributo a las víctimas.

Posteriormente, el grupo de dolientes marchó hacia una plaza central en Anakara gritando lemas contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, a quien muchos responsabilizan de la espiral de violencia que ha plagado a Turquía desde el verano.

Al hablar ante cientos de dolientes, Demirtas acusó al gobierno de no poder prevenir el ataque.

"El Estado, que obtiene información sobre el pájaro que vuela y de cada uno de sus aleteos, no fue capaz de evitar una masacre en el centro de Ankara", declaró el copresidente del partido procurdo.

Hasta el momento nadie se ha responsabilizado del ataque, pero el primer ministro Ahmet Davutoglu ha dicho que rebeldes curdos y milicianos del Estado Islámico son los principales sospechosos.

Turquía declaró tres días de luto oficial tras las explosiones casi simultáneas registradas el sábado en Ankara, que tuvieron como objetivo a los asistentes a una manifestación en favor de la paz y la democracia en la que había activistas, sindicalistas y miembros de un partido procurdo. 

Esto ocurrió mientras se han renovado los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad turcas y los rebeldes curdos.

Las explosiones ocurrieron poco antes de las elecciones del 1 de noviembre.

Respecto a la labor deinvestigación de esta matanza, el gobierno de Turquía nombró a dos inspectores civiles y dos policiales para que investiguen las explosiones en la capital turca donde murieron 95 personas.

Un comunicado del centro de manejo de crisis del gobierno agregó el domingo que 160 personas heridas en las explosiones del sábado aún estaban hospitalizadas y que 65 estaban graves.

El comunicado dijo que un total de 508 personas buscaron tratamiento médico tras el ataque con explosivos más letal en Turquía en años.

También, La policía turca detuvo a 14 supuestos miembros del grupo extremista Estado Islámico en la ciudad de Konya, en el centro de Turquía, según informa una agencia de noticias del país.

El grupo, en el que había una mujer, fue arrestado el domingo tras un registro simultáneo a viviendas, explicó la agencia Dogan.

No estuvo claro si las detenciones estaban relacionadas con la explosión de dos artefactos similares en la capital, Ankara

Se expresa el Papa

Por su parte, las expresiones mundiales de lamento y rechazo a este mortal episodio de violencia continuaban. Desde Vaticano, el papa Francisco presidió una oración en silencio por las víctimas de lo que describió como una "terrible masacre" en la capital turca.

El papa hizo una pausa de unos 30 segundos en la oración dedicada a "ese país amado" durante su tradicional bendición dominical del Angelus. Dijo a los reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano que la noticia de los atentados con bomba en Ankara trajo "dolor, por los numerosos muertos, dolor por los heridos y dolor porque los agresores atacaron a personas indefensas que se manifestaban por la paz".

Las explosiones gemelas del sábado estuvieron dirigidas contra activistas que exigían más democracia y el fin de la violencia entre los rebeldes curdos y las fuerzas de seguridad turcas, matando a 95 personas.