Tropas iraquíes celebraban el domingo la expulsión de los milicianos del grupo extremista Estado Islámico de algunos de sus últimos bastiones en Mosul, aunque seguían registrándose fuertes combates. 

El teniente general Jassim Nizal, de la Novena División del Ejército, dijo que sus fuerzas habían logrado la “victoria” en el sector que tenían asignado, tras un anuncio similar de la militarizada Policía Federal. Las fuerzas especiales iraquíes seguían luchando a unos cientos de metros. 

Los soldados de Nizal bailaron sobre los tanques al ritmo de música patriótica, mientras los ataques aéreos seguían levantando columnas de humo en las cercanías. 

Irak lanzó en octubre la operación para retomar Mosul. La milicia radical controla ahora menos de un kilómetro (milla) cuadrado de territorio en la Ciudad Vieja de Mosul, pero está utilizando escudos humanos, agresores suicidas y francotiradores en una lucha a muerte.