La violencia que azota Siria le ha quitado años a la esperanza de vida de sus habitantes, de acuerdo con un nuevo análisis publicado el miércoles en la revista Lancet.

Desde que la llamada Primavera Árabe comenzó en 2010, la expectativa de vida de los varones en Siria ha perdido aproximadamente seis años, mientras que la de las mujeres ha mermado en unos cinco años.

En otras partes en Medio Oriente, los investigadores hallaron que la vida de la gente en Yemen, Túnez y Egipto es aproximadamente tres meses más corta de lo esperado, de acuerdo con el nuevo estudio basado en datos de salud de 22 países.

"Los conflictos recientes han hecho añicos la infraestructura básica (de salud) en diversos países", dijo Alí Mokdad en el Instituto de Medición y Evaluación de Salud en la Universidad de Washington, que encabezó el estudio. "Millones de personas enfrentan una espantosa escasez de agua y deficientes medidas de higiene que derivarán en brotes de enfermedades".

Mokdad y sus colegas advirtieron que la violencia podría revertir los avances en salud alcanzados en Medio Oriente durante las últimas dos décadas, y que Siria podría quedar detrás de África en sus intentos de disminuir la mortalidad infantil. Los investigadores hallaron que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte, e indicaron que ha habido un aumento en los problemas de salud mental y las lesiones vinculadas con el trauma de la guerra.

"Deberíamos estar más alertas a los desastres que van surgiendo", escribió Riyadh K. Lafta de la Escuela de Medicina Mustansiriya en Bagdad en un comentario adjunto. Advirtió que en el futuro podrían surgir emergencias derivadas del "nuevo armamento sofisticado utilizado en el conflicto".