Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, celebró hoy su 60 cumpleaños en su casa familiar de San Petersburgo rodeado de los suyos, mientras algunos movimientos juveniles pro-Kremlin conmemoraron la fecha con distintos actos en las calles del país.

Putin decidió celebrar sus 60 años con su mujer y sus dos hijas, además de los familiares y amigos más allegados, explicó a los medios rusos el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.

Es habitual que el jefe de Estado ruso pase sus cumpleaños en compañía de los más cercanos o trabajando, como sucedió hace diez años, cuando celebró el medio siglo en la cumbre de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes en la capital de Moldavia.

Tan sólo en una ocasión durante los últimos doce años que ha pasado al timón del país, ya fuera como presidente o como primer ministro, convocó una gran cita en el Kremlin para celebrar sus 55 años.

"No suelo organizar fiestas, pero este año (2007), dado que pronto expira mi mandato presidencial y celebro una fecha casi redonda, he considerado oportuno invitar al Kremlin a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, los mandos de las Fuerzas Armadas", dijo entonces a los periodistas.

El canal de televisión federal ruso NTV emitió hoy una amplia entrevista al presidente ruso, que explicó a los televidentes sus quehaceres habituales una mañana cualquiera, antes de afrontar su labor como jefe de Estado.

Todos los días antes de desayunar, el presidente revisa la correspondencia, firma los documentos más urgentes, calienta en el gimnasio y nada un kilómetro en la piscina, tras lo cual toma una ducha de contraste.

Putin explicó que desayuna habitualmente papilla de cereales, huevos de codorniz y requesón con miel que le proporciona "el mismo patriarca" de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill.

En el frigorífico de su residencia de Novo-Ogariovo, a las afueras de Moscú, hay poca cosa: zumos, ketchup, leche y requesón.

 Mientras, algunos grupos juveniles pro-Kremlin organizaron diversos actos y celebraciones en las calles de las ciudades rusas para rendir un homenaje al hombre por el que sienten devoción y admiración.

Un grupo de diez alpinistas de Osetia del Norte desplegó hoy un retrato del líder ruso, de cuatro por seis metros e impreso sobre una superficie de plástico resistente, en un pico de la Gran Cordillera del Cáucaso, a 4.150 metros de altura.

El presidente de la Federación de Alpinismo de esa república norcaucásica, Kazbek Jamitsáyev, dijo que solicitará a las autoridades pertinentes que el lugar reciba el nombre de "Pico de Putin".

La Guardia Joven de Rusia Unida (GJRU) organizó varios actos en ciudades como Tula, Vladímir e Irkutsk, donde los activistas participaron en la grabación de vídeos de felicitación al presidente.

En Rostov del Don, en el sur de Rusia, jóvenes del GJRU desplegaron una gran pancarta sobre un puente que une las dos orillas del río Don.