El canciller de Egipto dijo el miércoles que la matanza de 12 personas, incluidos ocho mexicanos, en un ataque accidental de las fuerzas de seguridad a un grupo de turistas en el desierto era "lamentable", pero no ofreció disculpas.

Samé Shukry hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa con la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien también se reunió con el presidente. Pidió una "investigación exhaustiva, inmediata y transparente" de los "sucesos trágicos y sin precedentes" del domingo.

La canciller mexicana visitó en un hospital de El Cairo a sus compatriotas que sobrevivieron al incidente y luego se reunió con el presidente Abdul Fatá el-Sisi.

La diplomática fue a Egipto para "obtener la información de primera mano que permita aclarar las circunstancias de este deplorable acontecimiento", señaló el comunicado oficial.

Tras su visita al hospital de Dar al-Fuad donde reciben tratamiento los mexicanos heridos, Massieu señaló que los sobrevivientes están estables y "evolucionan favorablemente". Y anunció que abordará con el-Sisi el "próximo paso en términos de llevar a nuestros ciudadanos de vuelta a casa y llevar también de vuelta a casa a nuestros ciudadanos que perdieron la vida".

"Quiero destacar que para México y para toda la gente de México, éste ha sido un incidente terrible, ha sido un incidente sin precedentes", añadió.

Las autoridades egipcias alegaron en un principio que el convoy de camionetas había entrado en una zona prohibida del desierto occidental egipcio. Pero en una carta abierta al pueblo mexicano, Shukry dijo que los hechos siguen siendo "confusos" y prometió una investigación a fondo e imparcial.

Aún se desconoce si el convoy estaba simplemente en el lugar equivocado en el momento equivocado, o si hubo algún error, señaló Shukry en la carta que se publicaría el miércoles en los diarios mexicanos, según la embajada de Egipto en Washington.

El ministro aseguró que se está realizando una pesquisa imparcial dirigida por el primer ministro y que Egipto está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias para ayudar.

Tropas egipcias que buscaban milicianos en el desierto occidental del país abrieron fuego por error el domingo contra varios vehículos en los que viajaban los turistas y mataron a 12 personas. Se cree que los otros muertos son egipcios.

Shukry criticó a los que acusan de imprudencia a las fuerzas egipcias, y afirmó que las autoridades del país en ningún caso lastimarían de forma deliberada a turistas inocentes.

Posteriormente fueron identificadas otras dos turistas mexicanas que murieron en el ataque del domingo. Una de ellas era Queta Rojas, experta en modas y fundadora de la agencia de modelos que lleva su nombre. En su cibersitio se afirma que la mujer representaba a algunas de las mejores modelos de México y trabajaba con importantes revistas como Marie Claire y Glamour.

Asimismo, el Partido Acción Nacional del estado de Jalisco confirmó la muerte de María Elena Cruz Muñoz, exlegisladora, exregidora de la ciudad de Guadalajara y exdirectora del Instituto de Mujeres de esa urbe. Gustavo Macías Zambrano, presidente del PAN en el estado, exhortó al gobierno de México a asegurarse de que se castigue a los responsables del ataque.

El incidente, uno de los más mortales relacionados con turistas en el país, se produce en momentos en que Egipto intenta reanimar su vital sector turístico tras la inestabilidad generada luego del alzamiento popular en 2011 en el que el presidente Hosni Mubarak fue derrocado.

Egipto se ha enfrentado con grupos armados en el norte de la península del Sinaí, refugio de extremistas islámicos que han incrementado sus ataques contra las fuerzas de seguridad desde el golpe de estado con el que fue derrocado el presidente Mohamed Morsi, primer mandatario elegido democráticamente en la historia del país, en 2013.

Pero durante los últimos meses, células vinculadas con el grupo extremista Estado Islámico han atacado en zonas más céntricas del país, incluido en el consulado italiano en la capital. También secuestraron y decapitaron a un croata que trabajaba en una empresa petrolífera en El Cairo.

El desierto en el oeste de Egipto ha sido un destino turístico tradicional por sus oasis, formaciones rocosas y dunas de arena. Pero la situación de seguridad se ha deteriorado. El tráfico de armas provenientes de Libia ha ido en aumento desde la caída del dictador Moamar Gadafi y el descenso de ese país hacia el caos.

Las fuerzas de seguridad suelen perseguir contrabandistas en el desierto occidental. En julio de 2014, un grupo de hombres armados con cohetes asesinaron a 21 soldados egipcios en un puesto fronterizo.