Reporteros de The Associated Press accedieron al interior del museo el miércoles después de que las fuerzas iraquíes lo recuperaron de manos del grupo extremista Estado Islámico antes esta semana.

Encontraron restos de lo que parecía ser una estatua antigua de un toro asirio y fragmentos de tablas cuneiformes. El museo acogió en su día artículos mesopotámicos de miles de años de antigüedad.

El grupo EI tomó Mosul en 2014 y el año siguiente publicó un video que mostró a combatientes radicales destrozando piezas en el museo con mazos. Los extremistas consideran los restos antiguos como ídolos.

Funcionarios iraquíes en ese momento dijeron que lo que se destruyó eran copias, ya que gran parte del inventario del museo se había trasladado a Bagdad por seguridad.

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El cabo de la policía federal iraquí Abbas Muhammad dijo que fue el primero en entrar al edificio tras su reconquista.

"Daesh vino a Irak para destruir nuestra herencia porque ellos no tienen una propia", señaló usando el acrónimo árabe de la milicia radial.

En los territorios conquistados por el grupo EI en Siria e Irak están algunos de los lugares históricos y monumentos más importantes de la región.

En los últimos dos años y medio, los radicales han destruido sistemáticamente palacios antiguos, templos e iglesias. Demolieron incluso algunas mezquitas alegando que se habían utilizado para venerar santos, algo que EI considera una forma de politeísmo.

Se cree que el grupo robó piezas antiguas para venderlas en el mercado negro y financiar sus operaciones.

En la entrada principal del museo quedaba un puñado de libros de historia junto a una bolsa con carteles de exposiciones pasadas.

En ellos se describen objetos de sílex hallados en la ciudad de Nínive que datan de aproximadamente el año 4.000 a.C., lámparas de aceite de cobre descubiertas en Ur de alrededor del 2.600 a.C. y estatuas sumerias que habrían sido creadas en el 2.050 a.C.

"Mosul es el corazón de la civilización iraquí", dijo el comandante de la policía federal Muhammad al-Jabouri, que nació en un vecindario próximo al museo.

"Cuando me enteré como Daesh destruyó este lugar (...) La muerte habría sido un gran alivio para mí", señaló con los ojos llenos de lágrimas.