Salió la fumata blanca, revelaron el nombre del nuevo sumo pontífice y enseguida comenzaron las controversias relacionadas con la elección del nuevo papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio, quien es un acérrimo opositor al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la práctica del aborto.

Aquí, en Puerto Rico, las críticas no se hicieron esperar, en especial por parte de los activistas de derechos humanos.

Entre los que catalogaron como “triste” la elección del cardenal argentino –que asumió el nombre de Francisco– se destaca Pedro Julio Serrano, quien criticó las posturas que el nuevo papa tiene en contra de las personas lesbianas, gay, bisexuales, transgéneros y transexuales (LGBTT).

“Sería maravilloso celebrar el hecho de que es latinoamericano, pero no podemos celebrar a alguien que le ha declarado la guerra a la comunidad gay o a alguien que se opone a que las mujeres puedan decidir sobre su propio cuerpo. Hoy (ayer) es un día triste no solo para la Iglesia católica, sino que es un día lamentable para la humanidad. La Iglesia católica en lugar de reformarse y aterrizar en el siglo XXI, acaba de dar un paso hacia atrás”, manifestó Serrano.

Y es que Francisco expresó su negativa al casamiento entre homosexuales cuando en su país se debatía un proyecto que legalizó este procedimiento civil. Su repudio se llevó a cabo mediante una carta en la que expresó: “No se trata de un mero proyecto legislativo (este es solo el instrumento), sino de una ‘movida’ del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”.

La postura del papa es también obstinada en cuanto al tema del aborto, aun en casos en que el embarazo haya sido producto de una violación. “El aborto nunca es una solución”, opinó cuando en su país se decidió reglamentar los abortos punibles.

Bergoglio tampoco pudo impedir que la presidenta Cristina Fernández promoviera anticonceptivos e inseminación artificial gratuitos.

La presidenta del Colegio de Abogados, Ana Irma Rivera Lassén, opinó que uno de los grandes retos que enfrentará el pontífice será el tema de la inclusión, en especial considerando los nuevos cambios sociales que se perciben a nivel mundial y que incluyen –además del matrimonio entre personas del mismo sexo–, el derecho a adopción a parejas homosexuales.

“Tiene un gran reto para trabajar el tema de la inclusión a las personas del mismo sexo si se quiere avanzar en términos de mayor paz social. Y ese tema hay que afrontarlo desde el respeto”, expresó al agregar que otro tema que debe considerar el papa Francisco es el respeto a la división entre Iglesia y Estado.

Opinan líderes de otras religiones

Portavoces de otras religiones también expresaron su percepción tras la elección del nuevo líder católico.

Entre ellos, el obispo episcopal, David Álvarez, quien visualiza que el mayor reto del nuevo papa será lidiar con el legado del papa emérito Benedicto XVI, quien era de una línea “conservadora, restrictiva y hasta cierto punto de alejamiento del resto de la cristiandad”.

La Iglesia Católica eligió como nuevo papa al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien adoptó el nombre de Francisco I.

“Benedicto no enfatizó las relaciones ni los diálogos ecuménicos... Ese será el reto inmediato de Francisco: promover la unidad sin crear divisiones y utilizando como finalidad la unidad de toda la Iglesia”, expresó.

Francisco es el primer jesuita en ser seleccionado papa. Este dato, a juicio del reverendo Juan Matías, de la Primera Iglesia Bautista de Carolina, podría cerrarle las puertas a la apertura que se esperaba en la Iglesia católica respecto a temas como el posible matrimonio entre sacerdotes y la participación de las mujeres dentro de la congregación.

“Siendo un papa de tradición jesuita, no creo que vaya a darse la apertura que se está pidiendo porque son bien cerrados en sus doctrinas. Y me refiero a apertura en términos del matrimonio de sacerdotes y las mujeres en el sacerdocio. No creo que un jesuita propicie esa apertura porque sabemos que detrás de la doctrina católica siempre ha estado esa orden”, expresó el reverendo.

Otro tema que tendrá que afrontar el papa es el relacionado con los escándalos de abusos sexuales.

“Debemos darle la oportunidad para ver cómo enfrenta esos escándalos. Y lo que esperamos es que haya respuestas sobre ese tema que no es exclusivo de la Iglesia católica, sino del cristianismo en términos generales”, opinó Matías.