Kuala Lumpur, Malasia (AP) — El avión Boeing 777 desaparecido hace tres días cambió de rumbo y llegó al estrecho de Malaca, a cientos de kilómetros (millas) de la última posición registrada por las autoridades civiles, según datos de radar en manos de las fuerzas militares de Malasia, informó un alto funcionario militar.

La revelación introdujo un misterio más en la investigación del vuelo desaparecido el sábado y planteó nuevas preguntas acerca de por qué el avión no estaba transmitiendo señales detectables por los radares civiles.

El jefe de la fuerza aérea de Malasia, general Daud Rodzali, dijo al diario local Berita Harian que un radar de una base militar malaya detectó al avión a las 2:40 de la mañana cerca de Pulau Perak, en la parte norte del estrecho, un canal muy transitado que separa la costa occidental de Malasia de la isla indonesia de Sumatra.

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"Después de eso, se perdió la señal del avión", dijo, citado por el periódico.

Un funcionario militar de alto rango que participa en la investigación confirmó el informe periodístico y dijo que se cree que el avión volaba a baja altura. El funcionario habló bajo condición de no ser identificado, debido a lo delicado de la información.

El avión, que transportaba 239 personas, desapareció de las pantallas de radar menos de una hora después de haber iniciado su vuelo y sin haber emitido señales de socorro.

Anteriormente, las autoridades habían dicho que los pilotos del avión —que despegó de Kuala Lumpur, en la costa occidental de Malasia a las 00:40 del sábado en ruta a Beijing— intentaron regresar a Kuala Lumpur, pero también expresaron su sorpresa que lo hayan hecho sin informar al control en tierra.

La búsqueda del avión se centró inicialmente en las aguas entre la costa oriental de Malasia y Vietnam, la última posición rastreada por las autoridades aéreas, pero no se ha hallado ningún rastro del aparato en la zona, que ha sido revisada por las tripulaciones de más de 40 aviones y barcos de al menos 10 naciones.

Horas antes, la aerolínea Malaysia Airlines dijo que las autoridades ampliaron la búsqueda al estrecho de Malaca, al extremo opuesto de Malasia donde el avión desapareció hace tres días y mucho más lejos de la última posición confirmada de la aeronave, lo que inyectó más misterios a una investigación que hasta el momento no ha podido dar respuestas.

También el martes, las autoridades informaron que las dos personas que usaron pasaportes robados antes de abordar el avión eran iraníes que compraron boletos aéreos para viajar a Europa. La revelación alimentó las conjeturas de un posible vínculo terrorista, pero las autoridades insistieron en que no hay tales indicios.

El jefe de la policía de Malasia, Jalid Abu Bakar dijo que los investigadores identificaron a uno de los iraníes como Pouria Nourmohammadi Mehrdad, de 19 años, quien probablemente planeaba emigrar a Alemania, posiblemente en busca de asilo. "Nos parece improbable que haya sido miembro de algún grupo terrorista", dijo Jalid.

La Interpol identificó al segundo iraní como Seyed Mohamed Reza Delavar, de 29 años. El organismo policial difundió una fotografía de ambos mientras estaban por abordar el avión al mismo tiempo.

El secretario general de Interpol, Ronald K. Noble, dijo que los dos hombres viajaron a Malasia con pasaportes iraníes, antes de usar los documentos robados, uno austriaco y otro italiano.

Dijo que las conjeturas de terrorismo parecen estar cayendo. "Cada vez hay mayor seguridad de que estos dos individuos probablemente no eran terroristas". Pidió a la gente que ofrezca más información acerca de los dos.

Noble dijo que ninguno de los hombres tenía antecedentes penales.

La falta de señales de socorro ha alimentado las hipótesis de un incidente catastrófico y repentino. Esas hipótesis no descartan un error humano, una falla mecánica, un secuestro o terrorismo.

China, de donde provenían dos tercios de los pasajeros, instó el martes a las autoridades malayas a "acelerar los esfuerzos" para encontrar el avión. China ha enviado cuatro buques a las zonas de búsqueda y otros cuatro están en camino.

Un centro comercial en Beijing suspendió la proyección de publicidad en su enorme pantalla LED exterior para que en su lugar aparezca un una imagen de un avión junto a un cronómetro digital que marca el tiempo desde que se perdió el contacto con el vuelo.