Cruzaron la Cordillera de los Andes cargando consigo el peso de sus hijos, todos afectados con alguna discapacidad física por los pasivos de la explotación minera en la región Pasco.

Tuvieron que caminar 320 kilómetros, durante 13 días, desde el distrito de Simón Bolívar, para llegar a la capital, con la única consigna de exponer sus casos al mismísimo presidente de la República.

No bloquearon carreteras ni tuvieron a dirigentes opositores al Gobierno detrás de ellos. Poco les importaron el frío, el cansancio o las llagas en sus pies. Su marcha de sacrificio solo está impulsada por una desesperada búsqueda de solución al problema que ha condenado a decenas de menores a vivir postrados en sillas de ruedas.

Rosa Andrade está demacrada. 

Toma aire antes de contarnos su tragedia. Sulmi, de 16 años y la menor de sus hijas, está parapléjica. Como si no fuese suficiente castigo, cuenta que en su casa yace cuadripléjica su hija Maryori, de 17.

"Sulmi tiene 16 microgramos de plomo por decilitro de sangre (ug/dL), casi el doble del máximo permitido [por la Organización Mundial de la Salud-OMS]. No voy a esperar una promesa más de las autoridades. Quiero que Ollanta Humala nos reciba y vea nuestro sufrimiento", indica mientras cura sus ampollas.

Al lado de Rosa camina María de la Cruz Zacarías, quien asegura que toda su familia tiene la sangre contaminada y su salud resquebrajada. Los más afectados son cuatro de sus niños. A Lima arribó acompañada por Adelinda, una quinceañera que ya no puede caminar.

En su hogar, en la comunidad campesina de Quiulacocha, ha quedado su hijo Gian Pierre (16), otra de las víctimas de la contaminación ambiental.

"Cuando vinimos al Hospital del Niño, no nos han dado solución. El Gobierno cree que es una exageración. Queremos que lo vean personalmente. Tengo artrosis, pero aun así decidí venir caminando, no me importa, porque por mis hijos doy hasta la vida", señala.

Triste realidad

El teniente alcalde de Simón Bolívar, Hugo Rojas, revela que en Pasco hay 2,070 niños con más de 10 ug/dL. 

De esa cantidad, al menos 70 ya presentan sangrado por las fosas nasales, mareos, pérdida de locomoción y no han alcanzado la talla ni el peso propio de su edad. Para la autoridad edilicia, la principal fuente contaminante en Pasco es la denominada Desmontera de Excelsior, donde se depositaron por muchos años residuos de la explotación minera a tajo abierto.

Son cerros de minerales que están a la espera de ser tratados y que están muy cerca de las comunidades. El Ministerio de Salud comunicó que brindó atención a 250 menores pasqueños el 11 y 12 de setiembre en distintas especialidades. No obstante, los afectados de la contaminación requieren una atención continua y especializada.