Hoy se cumplen siete días del estremecedor asesinato de Carmen Paredes, la ejecutiva de venta y mercadeo de la empresa Assurance Solutions, mientras se encontraba su hogar en la urbanización en Tierralta III de Guaynabo, en circunstancias que no excluyen la violencia de género como uno de los posibles móviles.

A siete días de haberse perpetrado el asesinato, las autoridades regresaron a la escena, luego de recibir el informe de autopsia con los hallazgos de la patóloga Rosa Rodríguez.

¿A qué se regresa a una escena? El ex fiscal federal Miguel Pereira dijo que “uno puede volver porque se le olvidó recoger algo o quiere corroborar, en ausencia de otra evidencia, la presencia de evidencia que corrobore una teoría”.

“‘La mataron de esta forma, en este lugar’, tiene que encontrarse evidencia en varios sitios de ese lugar para estar seguro de que evidencia sostiene esa teoría o la descarta”, dijo.

“Dependiendo de las versiones, pueden estar buscando residuos de pólvora, gotas de sangre, presencia de fibras u otro material presente en la escena, (como) una tela”, explicó Pereira.

La ex jueza y ex fiscal Crisanta González resaltó que en Puerto Rico la evidencia circunstancial es de tanta calidad como la directa para vincular a una persona al delito.

“Puede haber evidencia científica que lo vincule”, dijo.

De acuerdo con el Tribunal Supremo de Estados Unidos, para extender la investigación a un área más allá de la escena, hay que solicitar una orden de registro, acotó.

“Si un crimen ocurre en el primer piso y no hay ninguna razón que demuestre que el segundo piso de la casa está vinculado a la escena, los agentes no pueden ir a registrar el segundo piso sin orden de registro”, ilustró González.

“Éste fue un caso donde un hombre llamó y dijo que un asaltante se metió a la casa y apuñaló a la esposa, y cuando los investigadores fueron al sótano y encontraron el cuchillo ensangrentado, que era de la casa, lo acusaron, pero lo revocaron porque los investigadores no buscaron la orden de allanamiento para un registro a otra parte de la casa”, acotó.

La importancia de proteger la escena es que no se contamine la evidencia.

“Si se dice que la persona subió por la ventana y abajo había barro y hay una huella de zapato, esa persona te la va a alterar, y si hay un charco de sangre y pasó por encima, obviamente te va a alterar la escena”, recalcó González.

El abogado criminalista y ex fiscal Antonio Figueroa indicó que si es de noche y la persona patea los casquillos o riega un escenario de sangre o transportan en sus zapatos, sin querer, fluidos o sangre, ya sea del sospechoso o de la víctima, podría confundir al investigador.

“Pueden estar buscando a un tipo de zapato tamaño 12, quizá de una persona que no debía estar ahí, y el esposo de la víctima era tamaño nueve”, ejemplificó.